Berlín, Efe

El Instituto de Macroeconomía y Estudios Coyunturales (IMK) recomendó ayer un cambio radical de estrategia para hacer frente a la crisis del euro y su director, Gustav Horn, aseguró que el curso de austeridad a toda costa impuesto por la canciller alemana, Angela Merkel, ha fracasado. «Los gobiernos europeos llevan dos años tratando de salir de la crisis a través del ahorro. Eso no ha funcionado. Por el contrario, cada vez más países caen en la recesión, lo que lleva a un aumento de la deuda», afirmó Horn durante la presentación de un estudio del IMK sobre la crisis del euro.

El fracaso de la estrategia de austeridad, según Horn, se debe a que muchos economistas y prácticamente todos los expertos de la Unión Europea (UE) subestimaron el efecto negativo de las medidas de ahorro sobre la economía.

En Europa, la posición oficial era la de que por cada recorte de un euro, el producto interior bruto (PIB) bajaba 0,50 euros. Sin embargo, nuevos estudios del Fondo Monetario Internacional (FMI) muestran que cada euro ahorrado tiene un efecto de un euro o más sobre el PIB y en una situación de recesión el efecto puede llegar a ser incluso de uno por dos. Eso lleva a un deterioro económico y, con ello, a una caída de la recaudación fiscal que hace que la deuda aumente.

«El que los duros recortes en los países en crisis no hayan llevado al éxito no se debe a que la consolidación no haya sido suficientemente rigurosa, sino que es la consecuencia de un curso de austeridad que va contra sus propios objetivos», agregó Horn.

La recomendación del IMK incluye una moderación del curso de ahorro, flexibilizar el calendario de consolidación y recurrir menos a los recortes presupuestarios que a las alzas de impuestos en la parte alta de la escala de ingresos y patrimonio.