Oviedo, José Luis SALINAS

Arcelor-Mittal maneja buenas perspectivas para sus instalaciones de carril y alambrón, que cuentan con suficiente carga de trabajo para todo este año. La cartera de pedidos en ambas líneas de producción está a rebosar, lo que ha permitido, junto al acuerdo del ahorro de costes que alcanzó la dirección de la empresa, arrancar el horno alto B de Gijón. Una maniobra que terminó ayer con éxito y dejó lista la instalación para que hoy al mediodía pueda salir la primera colada.

El carril, por ejemplo, según señalaron ayer fuentes sindicales, es la instalación que mejores números tiene previsto anotarse durante este 2013. La planta gijonesa se ha beneficiado de la nueva apertura de mercados en la que está trabajando la dirección de la multinacional y de la llegada de pedidos para el megaproyecto del tren de Alta Velocidad que unirá las ciudades santas de Medina y la Meca, el llamado «AVE del desierto». El proyecto, para el que se precisan 459 kilómetros de vía, está siendo desarrollado por varias empresas españolas. La planta gijonesa construirá a lo largo de este año 100.000 toneladas de carril para este gigantesco proyecto. El mercado, señalaron fuentes sindicales, ha acogido muy bien el nuevo producto de carril que se está fabricando desde Gijón, llamado de cabeza endurecida y que tiene una mayor calidad y duración.

El alambrón es otra de las instalaciones que tienen asegurada la carga de trabajo para todo el año. Esta línea de producción tiene una importante cartera de pedidos proveniente de las fábricas de automóviles españolas, ya que muchas de ellas han anunciado importantes aumentos de la producción para este 2013. Los sindicalistas defienden que esta planta, donde se fabrican componentes para neumáticos con un alto componente en carbono (lo que hace a las ruedas más resistentes), ofrece una mayor calidad frente a otras factorías de alambrón.

Tampoco maneja malas perspectivas la planta de hojalata, que ya cerró un buen ejercicio en 2012. Según señalaron fuentes sindicales, esto se debe a la reorganización interna que está realizando el grupo, ya que el cierre de una planta en Francia ha obligado a la multinacional a desviar los pedidos a Avilés y Etxebarri (Vizcaya). Peor horizonte tiene la planta de chapa de Gijón, donde tan sólo está cubierto el 60% de la cartera de pedidos del año. La siderúrgica mantiene también cerradas dos líneas de producción en Avilés, las más ligadas al sector de la construcción.

El presidente de Femetal, César Figaredo, aseguró que la reapertura del horno alto de Arcelor «pone de manifiesto la competitividad de las instalaciones».