Las asociaciones de productores de energías renovables acusaron ayer al Gobierno de «argentinizar España» al «quitarles» 500 millones de euros con el recorte de subvenciones aprobado el viernes, mientras que «con la otra mano» da 1.000 millones a otros agentes del sector eléctrico como eléctricas o industrias. El sector denuncia la «inseguridad» de la regulación española y habla de «estafa».