Oviedo, José Luis SALINAS

Los asturianos cada vez se quedan menos de baja. Varios indicadores que maneja la Seguridad Social señalan que durante el último año la incidencia de las bajas por incapacidad temporal solicitadas por los trabajadores asturianos pudieron caer en torno al 20% en 2012 y encadenar así cuatro años de descensos intensos del absentismo por enfermedad. Los sindicatos achacan las cifras al creciente temor de los trabajadores a perder su empleo si se quedan de baja y a los efectos de la reforma laboral. Las centrales denuncian también que con las nuevas regulaciones laborales se quieren dar «plenos poderes» a las mutuas para que decidan también las altas de los trabajadores, una antigua aspiración de las organizaciones empresariales. La patronal asturiana, FADE, por su parte, pone el acento en que la duración media de las bajas laborales en el Principado continúa a unos niveles similares a los de 2007, antes de la crisis.

Según datos de la Seguridad Social, en cada mes de 2012 se produjeron como media 17,2 bajas con duración superior a 15 días por cada mil trabajadores asturianos. Un año antes esta tasa estaba en 21,3 procesos, un 19% más. En 2007 se había llegado a 28,34, casi un 40% más que el pasado año. Los empresarios matizan que las estadísticas del citado organismo dejan fuera los quince primeros días de baja, «cuestión fundamental para las empresas, pues, por un lado, ahí se concentra una parte esencial de las ausencias por enfermedad y, por otro, es la empresa la que asume el coste de la baja entre el día 4 y el 15 por ley». Estudios recientes indican que las ausencias al trabajo por dolencias que requieren una convalecencia de menor duración han descendido incluso con más fuerza.

Los representantes de los sindicatos entienden que la reducción de las bajas responde al creciente miedo que tienen los trabajadores por perder su trabajo dada la inestabilidad del mercado laboral. Según señala la secretaria de acción sindical de UGT, Mar Celemín, «se están dando casos de gente que, pese a necesitarla, no se atreve a solicitar la baja laboral». La sindicalista achaca esta situación a las medidas incluidas en la reforma laboral. Esta norma aligeró para las empresas los requisitos para despedir a un trabajador por absentismo. «Esta crisis se está llevando por delante también la salud de los trabajadores», añade Mar Celemín.

El sindicato CC OO denunció ayer la existencia de un proyecto de real decreto elaborado por el Gobierno donde se contempla que «las mutuas patronales sean las encargadas de notificar el alta sin acto médico o reconocimiento del paciente, convirtiendo la protección de la salud en un simple acto administrativo». El responsable del área de relaciones institucionales del sindicato, Amable González, criticó con dureza tal medida: «Incidirá de manera muy negativa sobre las condiciones laborales y de salud de los trabajadores».

José Antonio Iglesias, responsable del departamento de salud laboral del sindicato, también asegura que «cada vez más los trabajadores tienen miedo de coger una baja laboral». El sindicalista apunta que el descenso de las bajas laborales no responde a que «la gente goce de una mejor salud, hay muchos empleados que van enfermos a trabajar». También argumenta que la reforma laboral ha traído cambios en la burocracia que dificultan las reclamaciones de los trabajadores en el caso de que no estén de acuerdo con un alta médica.

Asturias está, según las cifras de la Seguridad Social, en el grupo de comunidades en que la incidencia de las bajas es inferior a la media que se registra en el conjunto del país. Aunque está entre aquéllas donde la duración media es superior. En 2012 fue de unos 48,51 días. El cálculo se refiere únicamente a las dolencias que suponen más de dos semanas de ausencia al trabajo.

La patronal FADE pone el acento también sobre la prevalencia (un concepto que hace referencia al número de procesos de baja en vigor en un momento determinado), que también bajó durante el pasado año tanto en Asturias como en España. Por el contrario, sostiene que «la encuesta de coyuntura laboral que tiene en cuenta todos los días de baja, no sólo a partir del decimoquinto día, no parece reflejar esa tendencia». El sondeo que elabora el Ministerio de Trabajo recoge datos hasta el tercer trimestre de 2012.

Según algunos estudios, la crisis y el miedo a perder el puesto de trabajo han reducido el número de bajas de menor duración, siendo ahora más frecuentes los casos de trabajadores que evitan pedir la baja laboral por dolencias como catarros, gripes o dolores musculares. Los procesos más comunes en Asturias se producen por gripe y lumbago. El absentismo no justificado y el motivado por enfermedad descienden en España, después de que durante el ciclo expansivo para la economía se produjera la tendencia contraria. Entre 1994 y 2007, las ausencias al trabajo aumentaron en el país.