La patronal del automóvil en Asturias (ASPA) y los sindicatos acercaron ayer posturas en la negociación del convenio colectivo tras dos jornadas de huelga. Pero aún no hay ni siquiera un preacuerdo. Ambas partes se han dado de plazo hasta el lunes, a las cuatro de la tarde, para mantener una última reunión previa a una asamblea de trabajadores. Si se lograse un preacuerdo que fuera ratificado en dicha asamblea, se desconvocarían las dos jornadas de huelga general previstas para el martes y el miércoles de la próxima semana.

Tanto la patronal como los sindicatos se mostraron ayer más optimistas ante los avances conseguidos tras cinco horas de negociación. Pero ambas partes reconocieron que todavía está todo abierto, tanto el incremento de la jornada laboral como su cuantía y la fórmula para abonarlas.

Los sindicatos marcaron sus líneas rojas: sólo admiten ampliar la jornada laboral de 35 a 37,5 horas a la semana y su abono inmediato. La patronal, por su parte, exige ampliar la jornada como mínimo hasta las 38,5 horas y proponía distintas fórmulas de abono, pero en ninguna de las propuestas ahora los trabajadores empezarían a cobrar ese incremento de horas laborales con carácter inmediato.

Ni la patronal ASPA ni las federaciones MCA-UGT y de industria de CC OO quisieron desvelar ayer las claves del acercamiento, condicionadas en ambos casos por el mandato de sus respectivas asambleas de asociados y afiliados.

El presidente de ASPA, Rogelio Cuesta, incidió en que «seguimos acercando posturas y la situación es mejor que hace un día. Pero esto no se ha terminado». Por su parte, Javier Campa, de MCA-UGT, en sintonía con el responsable de la negociación por CC OO, Manuel Pérez Uría, matizaba: «Hay ligeros avances, pero no significa que haya un preacuerdo, ni mucho menos».