El ministro de Economía, Luis de Guindos, negocia ya con Bruselas flexibilizar el límite del déficit público impuesto a España para 2013, elevándolo del 4,5% pactado al 6%. Esta sería la tercera vez que los socios europeos relajarían la exigencia a España, después de que aplicase una rebaja al conceder un año más de plazo para situar el déficit por debajo del 3%, llevándolo a 2014.

La posibilidad de que Bruselas rebaje sus exigencias se dan prácticamente por hechas, teniendo en cuenta que las consecuencias de los duros recortes exigidos a los países del sur de Europa ya están afectando al conjunto del continente.

A comienzos de 2012 España tenía que reducir el déficit público al 4,4% del PIB al cierre del ejercicio, lo que suponía que el descubierto máximo permitido en las cuentas públicas era de 46.205 millones. El 12 de marzo de 2012 el Eurogrupo flexibilizó este límite y permitió a España elevar su déficit a final de año al 5,3%. Posteriormente, el 9 de julio, hubo una nueva modificación y se volvió a autorizar un alza del déficit, hasta el 6,3%. Aún así, España no pudo cumplir, y cerró 2012 con un déficit del 6,98%, después de que Bruselas obligase al Gobierno a rectificar sus cuentas, ya que había computado un 6,74% utilizando la argucia de aplazar devoluciones fiscales para aplazar su contabilización a 2013.

Los últimos márgenes concedidos a España fijaban para 2013 un déficit del 4,5%, que se superará sin duda. De Guindos pretende elevar ese tope en 1,5 puntos, pero Bruselas quiere menos flexibilidad y maneja fijar el límite en el 5,5%, según publicó ayer el diario «El País».

Para fijar el tope definitivo, que se conocerán en la segunda mitad de este mes, es fundamental la evolución de la economía, que el Banco de España y todas las autoridades internacionales sitúan con una caída que rondará el 1,5%. Todos excepto el Gobierno, que sitúa el retroceso en el 0,5%. Pero la situación es tan crítica, con una tasa de paro que el Banco de España prevé que llegue al 27%, el consumo hundido y una complicada situación internacional, que el propio presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ya anunció que revisará sus previsiones.