Los bancos se quedaron durante el año pasado en Asturias con 345 viviendas principales por el impago de créditos hipotecarios, casi una cada día. Es la estimación que ha realizado el Colegio de Registradores de la Propiedad tras una encuesta entre sus asociados elaborada con el ánimo de conocer con mayor fiabilidad la dimensión de un drama social del que no existen estadísticas precisas en España. A escala nacional, el 75% de todas las ejecuciones hipotecarias que promovieron las entidades financieras fueron sobre primeras viviendas, y siete de cada diez familias desalojadas fueron de nacionalidad española y el resto inmigrantes. Asturias figura como una de las regiones donde menos desahucios se produjeron. Por detrás del Principado únicamente se sitúa Cantabria, donde se dieron 335 casos, diez menos que Asturias, entre una población inferior en 400.000 habitantes.

La relación de desahucios la encabezan, según reflejan los registradores de la propiedad, las comunidades donde el auge de la construcción fue mayor durante la época del «boom» inmobiliario: Madrid y la mayor parte de los territorios dela franja mediterránea (Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía). Aun así, la cifra de ejecuciones hipotecarias no se corresponde estrictamente con desahucios, ya que una pequeña parte de los propietarios pudo llegar a acuerdos con los bancos para acogerse a un alquiler social y seguir viviendo en su residencia, pese a que el inmueble haya pasado a manos de la entidad financiera. En el conjunto de España, según el informe del Colegio de Registradores, se dieron 38.976 ejecuciones hipotecarias , lo que supone unos 107 desahucios cada día.

Hasta ahora la única estadística que se utilizaba para medir la magnitud que estaban alcanzando los desahucios la elaboraba el Consejo General del Poder Judicial. En sus cifras se señalaba que en el Principado se habían dado durante el año pasado 882 lanzamientos hipotecarios (proceso por el cual el banco se adjudica un inmueble), pero dentro de estos números están incluidos, además de viviendas, pisos en alquiler, bajos comerciales, naves industriales, trasteros y plazas de garaje. El informe de los registradores subraya que se han expurgado todos estos casos, así como aquéllos en los que el titular de la vivienda es una empresa.

El Colegio de Registradores de la Propiedad también recoge en sus estadísticas las daciones en pago negociadas entre los bancos y los propietarios para saldar la deuda hipotecaria que se acumule con la entrega del piso. Se trata de una fórmula que las asociaciones de afectados están exigiendo que se regule para, señalan, tratar de evitar el aluvión de desahucios que sufre España. El colegio profesional defiende, no obstante, que esta práctica está bastante extendida en España y tira de sus datos para asegurar que durante el año pasado los registros llevaron a cabo 14.229 procedimientos de dación en pago, 115 de ellos en Asturias.

Al igual que en las ejecuciones hipotecarias, el Principado se sitúa como una de las comunidades con menos daciones en pago, aunque esta vez por debajo están Navarra (60); la Rioja (82) y País Vasco (88). El estudio asegura que «a pesar del escaso uso que parecen tener las daciones en pago -representan una quinta parte de las ejecuciones hipotecarias iniciadas- los datos demuestran que se utiliza continuamente en la práctica bancaria, siendo aplicada de forma «más o menos selectiva según las distintas entidades financieras».

Hasta ahora la banca venía asegurando que las daciones en pago tan sólo se utilizaban en casos extremos y de forma muy poco habitual. De hecho, explicaban que esta práctica únicamente se utiliza en supuestos en los que los bancos ven pocas posibilidades de recuperar lo que se les debe por los escasos ingresos de los posibles desahuciados.

Según las explicaciones de los representantes de las Plataformas de Afectados por la Hipoteca (PAH), hay decenas de familias asturianas que están tratando de negociar con sus entidades bancarias para evitar llegar a ser desahuciadas. La mayoría de estos hogares intenta que los bancos acepten la dación en pago a cambio de la deuda hipotecaria pendiente o recurrir a un alquiler social.