La Asociación Profesional de Vigilantes de Seguridad Privada de Asturias ha mostrado hoy su preocupación por el descenso en la contratación de nuevos servicios en el sector y la reducción drástica en otros que ha llevado a una pérdida de empleo de unos 700 trabajadores en el último año.

En un comunicado, este colectivo incide en la escasa o nula colaboración por parte de la administración en el mantenimiento de dichos puestos de trabajo, el intrusismo "profesional" y la "usurpación" de funciones como principales problemas del sector junto a la llegada de nuevas empresas de seguridad a Asturias "que desestabilizan el mercado de precios con sus ofertas".

Así, aseguran que en el último año el número de trabajadores en el sector de la seguridad privada en Asturias, exceptuando los de transportes de fondos y de explosivos, ha pasado de 2.200 a unos 1.500 en la actualidad.

La asociación atribuye esta circunstancia a la reducción de las partidas económicas por parte del Principado y de los ayuntamientos en la renovación y mantenimiento de los servicios de seguridad en los edificios e instalaciones de titularidad pública.