Los empresarios y dirigentes afines a Severino García Vigón y sus críticos confrontaron ayer al evaluar la nueva etapa que encara la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) tras la votación en la junta directiva que anteayer confirmó a Severino García Vigón en la presidencia de la patronal. Los primeros defendieron que la pacificación de la organización está encarrilada tras ese resultado. Los segundos pronosticaron, según expresiones utilizadas por varios directivos, que la crisis «se ha cerrado en falso», que habrá «nuevos coletazos» relacionadas con la división interna y con las dificultades empresariales de García Vigón.

La junta directiva de FADE que anteayer respaldó a Severino García Vigón al frente de la patronal asturiana ha abierto un nuevo escenario en el que el máximo representante del empresariado regional, que lleva 18 años gobernando la Federación en un clima de consenso y unanimidad, deberá gestionar los dos últimos años de su actual mandato con el respaldo de una mayoría del 61% pero el voto en contra del 35% de la directiva.

Esta nueva correlación de fuerzas precipitará cambios en la cúpula de la patronal asturiana, según la generalidad de los empresarios consultados. Y estos cambios se producirán, casi con toda seguridad, este mes. FADE celebrará su asamblea anual ordinaria el día 28. Nadie espera que Vigón vaya a dirigir la asamblea arropado en la mesa presidencial, como ha sido habitual hasta ahora, por un comité ejecutivo que el 19 de abril le pidió la renuncia al cargo por 8 votos contra 5. Esa petición se produjo después de que la Fiscalía presentara una querella contra Enastur, empresa familiar de García Vigón, por fraude con el IVA.

Bien por renuncia de unos o por la destitución de otros, lo previsible que es García Vigón remodele el órgano ejecutivo de su confianza. El comité lo designan al 50% el presidente y la junta directiva, pero ésta delegó sus facultades en la última ocasión en el presidente para que éste diseñara un órgano de su máxima confianza.

La primera renuncia se produjo anteayer. Ángel Antonio del Valle, presidente y representante del accionista hegemónico de Duro Felguera, dimitió como vocal del comité. Del Valle fue uno de los grandes empresarios partidarios de que Vigón renunciara al cargo para que sus problemas empresariales no dañaran a la organización. La atención está ahora pendiente de lo que pudieran decidir otros empresarios adscritos a la misma posición crítica y de lo que haga el presidente de la patronal.

Un empresario presente en los máximos órganos de la patronal sostuvo ayer que lo más probable es que las decisiones no se precipiten. «Está todo demasiado caliente aún y hay que dejarlo enfriar para tomar decisiones con serenidad. Hay que esperar unos días», afirmó.

Vigón ya destituyó mediante burofax a varios empresarios como miembros del comité ejecutivo tras la reunión del 19 de abril pero después anuló la decisión. Otros tuvieron constancia de que seguían en sus cargos cuando recibieron la citación para asistir al comité que se celebró anteayer dos horas antes de la reunión de la junta directiva.

Las empresas singulares y las asociaciones sectoriales integrantes de la nueva mayoría (61% de la directiva) dan por hecho que la votación de anteayer ha resuelto por la vía de los votos la pacificación interna y que ahora toca recomponer la normalidad orgánica y proseguir con el mandato mientras, sin prisa, se aborda un proceso de sucesión para 2015 coincidiendo con el fin del mandato de Vigón. Personas conocedoras aseguraron que García Vigón, de 71 años, y que lleva al frente de FADE desde 1995 ya estaba resuelto hace tiempo a no concurrir a las elecciones de 2015, por lo que, tras el respaldo mayoritario de anteayer, se trataría de proseguir con los planes previstos.

Pero hay también empresarios significativos y dirigentes sectoriales que están persuadidos de que la votación no ha cancelado el problema. Creen que éste continúa tanto porque persiste el proceso de Hacienda y de la fiscalía (aunque Enastur haya hecho un depósito en el Juzgado para hacer frente a la deuda tributaria) como porque el debate interno en la organización no ha quedado sofocado. «La idea de Severino es continuar, pero habrá que ver si tiene fuerzas para ello y para conseguir que FADE no se resienta», afirmó un empresario que es afín al presidente pero que duda de que la continuidad sea la decisión más conveniente para él y para la patronal.

Los nombramientos que se produzcan en el comité ejecutivo bien para cubrir vacantes (caso de la de Duro Felguera) o por iniciativa del presidente para dotarse de un órgano sin fisuras serán determinantes para estimar el grado de fortaleza de la dirección en lo que resta de mandato.