El Fondo Monetario Internacional (FMI) planteó ayer que España debe alcanzar un «ambicioso pacto social» para reducir los salarios un 10% en dos años y permitir así incrementar las contrataciones. Además, el organismo internacional que encabeza Christine Lagarde, insiste en bajar las cotizaciones sociales, subir el IVA y dar una vuelta de tuerca a la reforma laboral, insistiendo en la necesidad del contrato único y en reducir el coste de los despidos.

Según el FMI, con las políticas actuales la economía española no crecerá por encima del 1% hasta 2018, el paro se mantendrá por encima del 25% y el déficit no bajará del 3%. Sin embargo, si se aplican sus recomendaciones, el desempleo caería entre un 6% y un 7% hacia 2016, mientras que el producto interior bruto (PIB) crecería un 5% en tres años. El Gobierno de Mariano Rajoy consideró ayer «pesimistas» las previsiones del FMI y afirmó que las suyas son más «certeras».

El informe anual del FMI sobre la economía española, publicado ayer, no prevé que con la política actual se pueda dar una mejora significativa en los próximos cinco años, aunque admite que «los principales desequilibrios se están corrigiendo con rapidez» y que se han aplicado «reformas decisivas en los sectores laboral, financiero y fiscal».

La propuesta del FMI es sencilla: cambiar salarios por contratos. Para ello plantea que los empresarios y los sindicatos alcancen un gran pacto por el que los trabajadores acepten rebajar sus salarios hasta el 10% y las empresas, a cambio, se comprometan a crear empleos en cantidades significativas.

Pero el informe del FMI no se queda ahí. Ese gran pacto social debería ir acompañado de una nueva política fiscal que bajase las cotizaciones a la Seguridad Social, pero subiese los impuestos indirectos. Por ejemplo, el IVA.

En el documento, los técnicos del FMI incluyen un ejemplo: una bajada nominal de sueldos del 10% en dos años, que debería ir acompañada de una reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social de 1,7 puntos, seguida dos años después por una subida del IVA (por la vía de pasar productos del tipo reducido al general, lo que supondría un incremento de 11 puntos para esos productos).

Y no acabaría ahí. Según el FMI, la reforma laboral se queda corta y hay que ir más allá. Una vez más, insiste en que hay que acabar con la dualidad del mercado laboral -entre fijos y temporales- y avanzar hacia el contrato único, con indemnizaciones muy bajas que aumentan con la antigüedad. Además, habría que suprimir totalmente la ultraactividad de los convenios colectivos, liberalizar los descuelgues de estos acuerdos entre la empresa y sus trabajadores y desligar totalmente los salarios de la inflación. Y es que según James Daniel, jefe de la misión del FMI en España, la reforma laboral vigente funciona, pero si los resultados son insuficientes para reducir el paro, «sería necesario otra nueva».

El Fondo Internacional considera que el paro alcanzará el 27% este año y el siguiente y que no bajará del 25% quizás ni en 2018. Los jóvenes seguirán siendo el colectivo más afectado.

El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Fernando Jiménez Latorre, consideró ayer que estas previsiones del FMI son «pesimistas», y que las del Gobierno estarán más próximas a la realidad. Explicó que el FMI no tiene en cuenta los efectos de las reformas económicas a la hora de plantear sus cifras de crecimiento y empleo. Sin embargo, en el informe consta que las previsiones del Gobierno español son «perfectamente alcanzables» si se cumple el programa de reformas «tal y como está anunciado». Según Latorre, el FMI calcula de una forma especial el efecto del ajuste fiscal y reconoce en el informe que, si el Gobierno aplica el plan de reformas, la economía podrá crecer a un ritmo del 2% en el año 2018.

CC OO ya rechazó ayer la propuesta del FMI, al entender que «tan sólo se les ocurre seguir machacando el mismo clavo».