Arcelor Mittal reforzará la plantilla de su fábrica gijonesa de alambrón con la incorporación de 24 trabajadores a partir del día 1 de noviembre. Es la primera vez en tres años que la multinacional hace este tipo de contrataciones para atender un repunte en los pedidos. Los sindicatos aspiran a que se produzcan otros fichajes para la planta de carril, también debido al aumento de la carga de trabajo. Las instalaciones asturianas están trabajando a ritmos muy altos, favorecidas por los cierres temporales de hornos altos que la compañía acerera mantiene en otras instalaciones europeas.

Arcelor tiene sin actividad más de un tercio de los 28 hornos altos que posee en Europa. Al mismo tiempo ha clausurado definitivamente instalaciones en Florange (Francia) y Lieja (Bélgica) y ha seguido la dinámica de concentrar la producción en las plantas más competitivas, que generalmente coinciden también con las ubicadas en zonas costeras. Ese es el papel que, según fuentes sindicales y otras conocedoras de la empresa, está interpretando ahora el complejo asturiano de la multinacional: atender pedidos destinados a la exportación y que en otras circunstancias serían asignados a otras fábricas europeas. Las ganancias de competitividad tras el acuerdo laboral de 2012, que implicó sacrificios salariales para la plantilla, explican la posición de ventaja de Arcelor-Asturias, que tiene sus dos hornos altos a pleno rendimiento.

Las nuevas incorporaciones se harán mediante contratos de obra y servicio y a través de la bolsa de aspirantes que suele utilizar Arcelor para cubrir vacantes. Es la misma de la que echa mano en condiciones normales para contratar sustitutos durante las vacaciones del personal fijo. Este último verano, sin embargo, no se produjeron tales contrataciones estivales. Fue otro de los compromisos del acuerdo laboral para rebajar costes.

La planta de alambrón tiene alta carga de trabajo por los pedidos de la industria del automóvil y de otros sectores que demandan alambre de alta calidad. El acuerdo entre la dirección y los sindicatos supone la contratación de 24 trabajadores para habilitar un turno más. Los sindicatos quieren negociar asimismo incorporaciones para la fábrica de carril, también en Gijón. Ángel Díaz, dirigente de CC OO, precisó ayer que en este caso el número de contratos sería menor.

Arcelor Mittal ha realizado un intenso ajuste de empleo a escala global desde que empezó la crisis. Sólo entre 2010 y 2012, el grupo siderúrgico redujo unos 30.000 puestos de trabajo. Los mayores recortes afectaron a las instalaciones agrupadas en la división que comprende las plantas de productos largos de América y Europa, que perdieron 17.000 empleados. Las fábricas asturianas están adscritas a la división europea de productos planos, que tiene unos 62.000 puestos de trabajo. Una parte creciente de la plantilla mundial corresponde a las explotaciones mineras de hierro y carbón, negocio en el que Arcelor ha hecho fortísimas inversiones. La empresa ocupa ya a 37.000 mineros. El conjunto de la multinacional tiene una plantilla de 242.000 personas. Las fábricas asturianas dan trabajo a 5.800. Esto es, la siderurgia regional representa, en términos de empleo, el 2,4% de la corporación de la familia Mittal.