Oviedo, José Luis SALINAS

El entreguín Sergio Fernández solo aguantó dos meses en el paro. Había perdido su trabajo en un desguace y vio una oportunidad para convertir su "hobby" en un negocio. Hace unas semanas, gracias a la prestación de paro que cobró de una vez, pudo abrir su propia tienda de bicicletas. Similares al de Fernández ha habido otros 4.192 casos en Asturias durante los dos últimos años. Es decir, personas que perdieron su trabajo por cuenta ajena y que capitalizan el subsidio de desempleo para lanzarse a la aventura de emprender ante las dificultades para encontrar una nueva ocupación como asalariados.

Las cifras, recogidas de fuentes oficiales por la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), no han parado de crecer en los últimos años. Sin embargo, a las asociaciones les preocupa la alta mortalidad empresarial entre los autónomos asturianos. Son muchos los que se lanzan a poner negocios, pero más los que cierran en un contexto económico marcado por la depresión del consumo . Las asociaciones echan en falta más medidas para que quienes se lancen al mundo del autoempleo puedan mantener su actividad y no se vean abocados al cierre al poco de abrir sus puertas.

Hasta septiembre, 2.141 asturianos habían decidido capitalizar la ayuda que les correspondía por el desempleo y lanzarse a trabajar por su cuenta. Son 90 más de los que habían tomado esa misma decisión en todo 2012 (2.051). El secretario general de UPTA en Asturias, Manuel Prieto, asegura que "las cifras ponen de manifiesto que ahora mismo para muchos parados la única forma de volver a trabajar es a través del autoempleo". Aunque el camino es en apariencia forzoso, muchos de quienes lo están tomándose muestran bastante satisfechos de su decisión. "No hay nada como ser tu propio jefe", asegura el ovetense Alejandro Sáez, que acaba de abrir su propia peluquería en Oviedo.

La llamada capitalización del paro se hace por varias vía:. puede solicitarse la mayor parte del dinero de una vez para la puesta en marcha del negocio, dedicarlo a pagar las cuotas de la Seguridad Social como afiliado autónomo o combinar ambas posibilidades, como hizo Alejandro Sáez.

Las agrupaciones de autónomos saludan que, en el contexto de la crisis y del explosivo aumento del paro en España, se hayan potenciado medidas como la de la capitalización de las prestaciones, pero aseguran que los apoyos institucionales están siendo insuficientes para mantener la actividad de muchos trabajadores autónomos.

Según Rosa Suárez, presidenta de Afas (Asociaciones Federadas de Trabajadores Autónomos de Asturias), es necesario que las administraciones articulen medidas para rebajar los impuestos que pagan los autónomos, demasiado elevados a su entender, y que vuelva a fluir el crédito, vital, señala, para el trabajo cotidiano de muchos autoempleados. Suárez también pide políticas para reanimar el consumo: "Es el momento idóneo para bajar el IRPF; así se conseguiría estimular algo la demanda, porque se tendría más dinero para gastar", opina.

Manuel Prieto argumenta, en la misma línea, que las políticas para el fomento de la actividad de los autónomos deben existir, pero que también se precisa un mayor esfuerzo para consolidar los negocios. Prieto también reclama una rebaja de los impuestos.

Desde enero del año de 2012 hasta septiembre de este año, 24.058 autónomos asturianos cesaron su actividad. En esta cifra están incluidos tanto aquellos que abandonaron por jubilación como los que tiraron la toalla porque mantener el negocio abierto ya no les resultaba rentable. En ese mismo periodo de tiempo, 22.057 asturianos montaron su propio negocio y se dieron de alta en el régimen de trabajadores por cuenta propia en la Seguridad Social. Es decir, siguen siendo más los que echan el cierre.

"En la asociación nos despertamos cada día con algún cierre", señala Rosa Suárez. "¿Cuándo se vio que en Gijón hubiera locales cerrados en la calle Menéndez Valdés? Nunca. Pues ahora está ocurriendo", argumenta. Otro de los problemas que denuncian las asociaciones de autónomos asturianas es que, pese a la crisis, el alquiler de los locales comerciales apenas ha variado en los últimos años o ha bajado a cuentagotas, por lo que muchos comerciantes ya no pueden hacer frente a las rentas.

No obstante, el del comercio es una de las pocas actividades donde apenas se han perdido trabajadores autónomos en el primer semestre del año, según las estadísticas que maneja UPTA. En este sector, en el que existe una altísima rotación entre los negocios que cierran y los que abren sus puertas, hubo hasta septiembre un ligero repunte de cotizantes (0,8%). También creció entre la hostelería, donde hay 10.055 autoempleados, o en las actividades sanitarias. Por el contrario, sigue descendiendo el número de autónomos en sectores como el de la agricultura (-2,9%) o la construcción (-2,3%).