Coca-Cola cerrará su fábrica de Colloto (Siero), con 144 trabajadores y 52 años de historia. Los cierres fabriles afectarán también a las plantas de Alicante, Palma de Mallorca y Fuenlabrada (Madrid), con lo que la compañía pasará a operar en España y Portugal con 7 de sus 11 centros actuales. La planta asturiana es la única que será clausurada en el norte de España, donde pervivirán las de Bilbao y La Coruña. La compañía no precisó cuándo se producirán los ceses de actividad, aunque una fuente dijo que "no será inminente".

Estos cierres, junto con la reorganización de almacenes, logística y otros departamentos, afectarán a 1.250 empleos (el 20% de la plantilla, estimada en unos 6.250 trabajadores), de los que "casi 500", según la empresa, podrán acogerse a recolocaciones en otros centros de trabajo del grupo. El resto del ajuste (casi 750) serán empleos que se suprimirán. La empresa no mencionó ayer la palabra despidos y se refirió a bajas incentivadas y prejubilaciones en los casos en que "sea posible".

Coca-Cola Iberian Partners (la sociedad creada el año pasado tras la integración bajo una sola sociedad de cabecera de todos las empresas envasadoras, caso de la asturiana Asturbega, dueña de la planta de Colloto) no desveló cómo quedará el resto de la estructura empresarial, por lo que, de momento, no es posible precisar si Coca-Cola prevé mantener en Asturias algún tipo de actividad de almacenamiento o de distribución, como es probable.

El servicio de atención al cliente se centralizará en Madrid, Barcelona y Sevilla; se integrarán todas las áreas de soporte y se concentrarán en Madrid las operaciones comerciales, comunicación, finanzas y departamento jurídico.

Las siete empresas españolas envasadoras de Coca-Cola (agrupadas en Coca-Cola Iberian Partners) facturaron en 2013 unos 3.600 millones de euros y obtuvieron un beneficio de casi 800 millones. Este conglomerado es el segundo mayor grupo envasador de Coca-Cola en Europa -por detrás del franquiciado alemán- y el décimo del mundo.

Los sindicatos FITAG-UGT y CC OO anunciaron movilizaciones para tratar de impedir los cierres, objetivo que también defenderán, dijeron, en la mesa negociadora durante el período de consultas de 30 días que se inició ayer sobre el expediente de regulación de empleo (ERE) planteado por la compañía.

FITAG-UGT presentó ayer un conflicto colectivo en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) contra cualquier posibilidad de despidos. CC OO ha exigido a la empresa que demuestre que puede actuar como grupo de empresas y, en caso contrario, también impugnará el ERE por un principio de legalidad ante el SIMA.

UGT dijo que su objetivo es llegar a un acuerdo con Coca-Cola Iberian Partners que evite los despidos y los cierres de factorías. Y CC OO denunció que una empresa en beneficios pretenda acogerse a la reciente reforma laboral y que mientras "dice vender felicidad, manda a los trabajadores a la calle". Cuando se inició el proceso de fusión de embotelladores, hace aproximadamente dos años, y que fue autorizado el 17 de febrero de 2013, el grupo había descartado el cierre de centros productivos.

Coca-Cola Iberian Partners dijo ayer que "el objetivo de la reestructuración es ganar eficiencia y competitividad y evitar duplicidades que podrían comprometer la viabilidad futura de la empresa". La empresa justificó el ERE planteado ayer a los sindicatos por "causas organizativas y productivas".

La compañía expresó la voluntad de negociar con "absoluta respeto a los trabajadores y la mayor transparencia" y buscando "el diálogo permanente con los representantes de los trabajadores con el fin de alcanzar una solución consensuada".

De las plantas que se temía que se viesen afectadas por el cierre anunciado el 9 de diciembre por el franquiciado de Coca-Cola en España se confirma la clausura de Asturias, Palma de Mallorca y Alicante, se salvan otras dos de las potenciales candidatas (Málaga y La Coruña) y se incluye el cierre de Fuenlabrada, que no estaba en la previsión inicial de los conocedores del grupo.