España está a la cola en la Unión Europea en libertad fiscal, es decir, que se sitúa entre los países con mayor carga impositiva, según un estudio de la Fundación Heritage publicado por el Instituto de Estudios Económicos. Por detrás de España se sitúan potencias económicas y sociales europeas: Países Bajos, Austria, Francia Bélgica, Suecia y Dinamarca, con mayor carga impositiva a sus ciudadanos.

El estudio toma como base los tipos marginales máximos de gravamen en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) y en el impuesto sobre sociedades, además de los tributos indirectos que pagan tanto los individuos como las empresas.

Del conjunto de la UE, los países con mayor libertad fiscal son Lituania, Bulgaria, Rumanía y Letonia, es decir, los de reciente adhesión a la UE. También en este grupo figuran la República Checa, Hungría, Estonia, Eslovaquia, Chipre y Polonia.

En el caso concreto del país con menor carga impositiva, el informe destaca que en Lituania el tipo máximo en el IRPF y en el impuesto de sociedades es del 15%, aunque existe el tipo reducido del 5% para las pequeñas empresas.

Irlanda es el país de la antigua Unión Europea de los 15 con menor presión fiscal, con un tipo máximo del 41% en el IRPF y del 12,5% en el impuesto sobre sociedades. Por detrás de este país se sitúan Croacia, Grecia, Finlandia, Malta, Luxemburgo, Alemania, Portugal, Eslovenia, Reino Unido e Italia.

A continuación aparece España, con un gravamen máximo del 52% en el IRPF para las rentas más altas y del 30% en el caso del impuesto sobre sociedades. Estos tipos impositivos se modificarán, previsiblemente, con la reforma fiscal que ultima el Gobierno.