La compañía gasista rusa Novatek ha planteado a la española Enagás su interés en utilizar las plantas españolas de regasificación, lo que, de concluir en acuerdo, podría permitir la entrada en servicio de la planta de El Musel, en estado de hibernación desde que concluyó su construcción.

Los contactos, desvelados ayer por el diario "El Economista", se habrían producido mediante varias reuniones preliminares que ya se han mantenido entre responsables de Novatek y de Enagás.

Novatek es el segundo mayor productor de gas natural de Rusia, por detrás de la empresa de control estatal Gazprom, por lo que se trata del primer productor del país de titularidad independiente.

El propósito de Novatek es recurrir a las instalaciones regasificadoras españolas para la carga y descarga de gas natural licuado (GNL) y como punto de suministro a Europa occidental.

La compañía rusa comenzará a exportar gas a finales de 2016 una vez que entre en servicio la planta de licuefaccción Yamal LNG, situada en el distrito autónomo de Yamalia-Nenetsia, en el Oeste de Siberia, y que está participada por Novatek (60%), Total (20%) y China National Petroleum (20%). Desde esta planta, en la que se están invirtiendo 20.000 millones de dólares (14.405 millones de euros), el gas, una vez licuado, será transportado en buques rompehielos (los Yamal Max) hasta los mercados internacionales para su regasificación "in situ".

Rusia sólo tiene una planta de regasificación, situada en Sakhalin, y el propósito de las autoridades rusas es fomentar el transporte por mar de las reservas nacionales de gas natural para no depender de forma determinante de la red de gasoductos que atraviesan Europa.

La crisis de Ucrania y Crimea ha aumentado el interés estratégico del Gobierno ruso por buscar salidas alternativas a los gasoductos para exportar su gas natural.

La compañía española Gas Natural Fenosa (dueña en Asturias de la central térmica de Tineo) ya firmó un contrato a largo plazo de adquisición de gas a Novatek para el suministro de 2,5 millones de toneladas anuales, que comenzará a ser entregado después de 2016 y que representará más del 10% del consumo total de España.

España está considerando aprovechar su exceso de capacidad regasificadora (tiene siete plantas repartidas por los litorales mediterráneo y atlántico, que representan un tercio de todas las existentes en la UE) para convertirse en un reemisor a Europa y otros mercados de gas natural llegado por barco hasta la península desde cualesquiera de los países productores, lo que permitiría a la UE reducir su dependencia de los suministros terrestres por oleoductos que atraviesan zonas en conflicto o potencialmente conflictivas.

Esta actividad -para la que se precisa culminar la conexión gasista por los Pirineos con el gasoducto Midcat, que completaría desde Figueras, en Cataluña, los dos ya existentes: el de Larrau, en Navarra, y el de Irún, en Guipúzcoa- permitiría a España generar actividad para la capacidad productiva ociosa que existe hoy en España: la utilización de las regasificadoras del país volvió a caer otro 34% en 2013.

Este nuevo uso de las plantas como "hub" o centro de redistribución permitirá atenuar el déficit generado por el sistema gasista, que asciende a casi 648 millones.

El Ministerio de Industria y Energía había encargado a Enagás, según el diario, mantener contactos con operadores gasistas internacionales (caso de Novatek, Petrobras, Qatargas y Nigeria) para brindar las instalaciones españolas, hoy con baja ocupación, para servir de base de recargas de buques y también como centros de recepción de gas licuado y, previa regasificación en las plantas del litoral español, y de suministro a otros mercados a través de la red de gasoductos.

El Ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García Margallo, dijo ayer en Argel que España da una "importancia capital" a Argelia como principal proveedor de gas de España, "socio prioritario" y por su posición estratégica, informó Efe.

Datos

Regasificadoras

España cuenta con plantas regasificadoras en Barcelona, Sagunto, Cartagena, Huelva, Bilbao, Gijón y La Coruña.

Las siete plantas españolas suponen un tercio de las 21 existente en Europa.

En el mundo hay 89. De ellas, 23 están en América y 45, en Asia-Oriente Medio.

Caída de la demanda

Las plantas españolas están infrautilizadas desde que estalló la actual crisis por la baja demanda. Su actividad volvió a caer el año pasado el 34%. La regasificadora de Gijón nunca ha llegado a entrado en servicio por esta causa.