El mercado eléctrico está cambiando parte de sus reglas por iniciativa del Gobierno central y el proceso ha generado no poca confusión e incertidumbre. El alcance de varios de esos cambios se explica en los siguientes puntos.

El nombre. La tarifa a la que están acogidos 16 millones de usuarios en toda España cambia de nombre. La hasta ahora llamada Tarifa de Último Recurso (TUR) pasa a ser denominada Precio Voluntario del Pequeño Consumidor (PVPC). Esto es, el sistema de tarifa regulada seguirá existiendo, aunque con otra denominación.

El precio. La tarifa continuará siendo fijada por el Gobierno en una parte (los llamados costes regulados o peajes), mientras que el coste de la energía consumida (por lo común, en torno al 30% del recibo) se determinará con arreglo a un nuevo método que tiene en cuenta el precio que cada hora de cada día marca el mercado mayorista de la luz. Quienes tengan contadores digitales podrán gestionar su consumo para buscar ahorros. A quienes no los tienen, que por ahora son la mayoría de usuarios, se les aplicarán los precios horarios sobre un perfil de consumo que elabora Red Eléctrica de España (REE). La puesta en marcha de este sistema en toda su extensión está pendiente aún de que el Gobierno dicte nuevos reglamentos. Aunque los precios tendrán una alta volatilidad, el Ejecutivo sostiene que los hogares podrán obtener algún ahorro. Pero las propias eléctricas afirman que el consumidor apenas notará cambio en la factura.

Dos alternativas. Los clientes acogidos a la tarifa anterior pueden seguir en la nueva sin necesidad de hacer ninguna gestión. Como alternativa, las eléctricas quedan obligadas a ofrecer contratos con precio del kilovatio fijo de un año de duración. El precio será estable, pero más caro que el de la nueva tarifa horaria. El cliente que contrate así la luz seguirá dentro del sistema de tarifa. Otra opción es salirse de ese sistema y contratar la luz en el llamado mercado libre, aceptando alguna de las ofertas de las eléctricas. Los ahorros máximos en relación a la tarifa rondan ahora los 40 euros al año para un hogar medio.

La transición. Las eléctricas tienen tres meses para empezar a facturar la luz con arreglo al nuevo método. Mientras tanto, los consumidores pagarán sus consumos a al mismo precio que durante el primer trimestre del año.