El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó ayer al alza su previsión de crecimiento para la economía española. Para este ejercicio, el FMI anticipó ayer una recuperación del 1,2% del producto interior bruto español, tres décimas mejor que su anterior pronóstico, difundido en abril y en el que había anticipado que España crecería en 2014 el 0,9%. Tres meses antes, en enero, la previsión para el ejercicio era de un progreso del 0,6%. La nueva previsión del Fondo para este año es coincidente con la del Gobierno español, que también ha estimado una mejora del 1,2%.

Para 2015 el FMI también mejoró su expectativa de recuperación para la economía española, con un avance del 1,6%, seis décimas mejor que su última previsión. El pronóstico de ayer del Fondo sigue siendo, no obstante, dos décimas menor que el crecimiento esperado para el próximo año por el Gobierno de Rajoy. El Ejecutivo cuenta con un avance del 1,8%.

El FMI no echa las campanas al vuelo y ayer volvió a advertir que persiste una tasa de desempleo "inaceptablemente alta". También expresó su desconfianza con la reforma fiscal del Gobierno (volvió a reclamar subidas de impuestos indirectos y una rebaja de las cotizaciones sociales) y reiteró su demanda de más reformas del mercado laboral.

La previsión del organismo sobre el paro en España mantiene la expectativa de mejora pero de forma lenta: prevé un descenso gradual, hasta el 24,9 % este año y 23,8 % en 2015, aunque hasta el 2019 no cree que baje del 20%.

El Fondo insta a tomar medidas para facilitar la contratación, especialmente en el caso de los empleados de baja formación. Como una de las opciones, plantea reducir las contribuciones a la Seguridad Social de los empleadores de trabajadores de baja formación, que calificó como "unas de las más altas de Europa" y un "obstáculo a la demanda de trabajadores".

"La economía ha doblado la esquina, la recuperación va bien encauzada y las perspectivas son mejores que hace un año gracias a los esfuerzos de la sociedad y las medidas adoptadas", afirmó James Daniel, responsable de la misión para España, en conferencia telefónica para presentar el informe.

El organismo dirigido por Christine Lagarde achacó esta mejoría en las perspectivas económicas para España al fortalecimiento de las condiciones financieras y la confianza en la zona del euro, el rebote de la inversión empresarial asociado a las exportaciones y el progreso en el mercado laboral.

El FMI considera que el ritmo de reducción del déficit fiscal es el apropiado porque es necesario mantener "un equilibrio", según el Fondo, en el esfuerzo fiscal, de modo que no sea "excesivo" (porque esto ahogaría la recuperación) ni demasiado suave para afectar a la estabilización de la economía, aseguró Daniel.

Los técnicos del FMI subrayan que debe avanzar a ritmo "gradual" y sostienen que esa reducción debe hacerse más con subidas de impuestos que con recortes porque la recaudación española es baja. Debido "al tamaño del ajuste fiscal necesario en España y su bajo ratio de ingresos fiscales, (...) hay argumentos para basarse más en los ingresos a la hora de lograr la consolidación fiscal", dijo el Fondo. Por eso vuelven a insistir en una de sus viejas recomendaciones a España: la subida del IVA a través de la reducción de las diferentes modalidades de tipos reducidos.

"Una gradual reducción de los tratamientos preferenciales del IVA llevaría el esfuerzo recaudatorio más en línea con los socios europeos", dice el documento.