El consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan María Aburto, afirmó ayer que el gobierno vasco ve con "honda preocupación" el anuncio de cierre temporal de la planta de Arcelor-Mittal en Zumárraga (Guipúzcoa), con una plantilla de 375 trabajadores y que podría parar la producción "con carácter indefinido", a partir del 1 de octubre. Aburto se mostró confiado en la posibilidad de encontrar una solución que permita "de alguna manera modificar" la decisión de la compañía.

El responsable de las empresas del Metal de Guipúzcoa de CCOO, Enrique Baratta, sindicato mayoritario en el comité de empresa, explicó que la decisión obedece a "órdenes de la dirección de España y viene de más allá", en clara referencia a Luxemburgo y Londres, donde la cúpula de la multinacional adopta las decisiones bajo el control de Aditya Mittal, responsable de las plantas en Europa, de la dirección financiera del grupo e hijo del presidente de la multinacional, Lakshmi Mittal.

Baratta explicó que la dirección de la planta guipuzcoana ultima un plan para presentar a la cúpula de la compañía y evitar el cierre de la fábrica. Según el sindicalista, esta oferta conllevaría "empeorar las condiciones de trabajo de los empleados de la planta y flexibilizarlas aún más". La plantilla de Zumárraga, como la de Asturias, también aceptó una rebaja salarial del 12% y modificar sus condiciones laborales para mantener las instalaciones fabriles.

La producción de Zumárraga -barras y alambrón- está ligada al sector de la construcción, por lo que el desplome del sector ha dificultado su sostenimiento en estos años, según fuentes sindicales.