El Banco Central Europeo (BCE) adjudicó ayer 82.601 millones de euros a 255 bancos de la eurozona a una tasa de interés fija del 0,15% y a cuatro año, en la primera subasta de liquidez condicionada a que el dinero sea destinado a la concesión de préstamos a empresas y hogares. El resultado está por debajo de las expectativas y empaña el estreno de las medidas extraordinarias anunciadas por el presidente del BCE, Mario Draghi, para contrarrestar el riesgo de deflación y estimular el crecimiento europeo.

La banca española pidió 14.747 millones de euros. Los bancos españoles que acudieron a la subasta de ayer fueron Santander, BBVA, Caixabank, Banco Popular y Bankia. Libebank y Banco Sabadell, las dos entidades con mayor presencia en Asturias, no participaron y, al igual que Bankinter, sí lo harán en la segunda subasta prevista para finales de año. Así pues, las entidades españolas han solicitado la mitad de los 30.000 millones que el ministro de Economía, Luis de Guindos, prevé para las dos subastas.

La próxima subasta será el 11 de diciembre, en la que las entidades europeas podrán solicitar 317.000 millones de euros, ya que estaban autorizadas a solicitar un máximo de 398.000 millones de euros entre las operaciones de septiembre y diciembre.

A decir de los analistas, la abundancia de liquidez y la facilidad que tiene la banca para conseguirla del propio BCE en buenas condiciones por otros canales no supeditados a la concesión de crédito ha reducido la demanda, también limitada por la proximidad de los test de estrés que este otoño debe pasar la banca europea.

El resultado de la subasta se queda corto para el objetivo del BCE, que aspiraba a inyectar este año hasta 400.000 millones de euros en el sistema a través de estas operaciones, denominadas por las siglas TLTRO.