La compañía asturiana General de Alquiler de Maquinaria (GAM) , que preside el empresario ovetense Pedro Luis Fernández, y sus bancos acreedores mantienen negociaciones avanzadas, a través de las sociedades N+1 y McKinsey, para la reestructuración de la deuda del grupo mediante la conversión de un volumen no precisado de los débitos en capital.

Fuentes de ambas partes confirmaron la existencia de las conversaciones y la posibilidad de que se pueda alcanzar a corto plazo un acuerdo, cuyos términos están pendientes de perfilarse en la negociación que se está llevando a cabo a varias tandas.

De materializarse la operación, la banca acreedora, integrada por nueve entidades financieras (Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Sabadell, Popular, Kutxabank, Liberbank y Abanca), pasaría a ser, de forma agregada, el accionista mayoritario de GAM. "Cinco Días" apuntó que la banca podría pasar a tener más del 70% del capital. En la negociación no se han planteado quitas.

En la actualidad, el mayor accionista de la sociedad es su presidente y fundador, Pedro Luis Fernández (presidente de la patronal asturiana, FADE), quien controla, según el último dato de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el 8,055%.

Además de este cambio en la estructura accionarial, la operación tendría otros tres efectos.

La sociedad, líder del sector de alquiler de maquinaria en España y Portugal, y con filiales en Hispanoamérica, Europa del Este, Norte de África y Oriente Medio, arrastra un elevado endeudamiento como consecuencia de su gran expansión en los años previos a la crisis, sobre todo mediante la compra de competidores en un sector muy atomizado y con muchos operadores regionales y locales pero no nacionales.

La capitalización de la sociedad con conversión de deuda en capital mermaría el endeudamiento del grupo y reforzaría los recursos propios de la sociedad. Por ambas vías aumentaría la solvencia de la compañía, que con ese fin vino reduciendo por diversas vías su deuda desde que estalló la crisis en 2008.

El endeudamiento del grupo suma 277 millones. De ellos, 200 millones es deuda senior, concentrada básicamente en los seis grandes grupos bancarios del país: Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Sabadell, Popular. Otros 10 millones están en manos de bonistas, algunos de los cuales optaron por canjear sus bonos convertibles en acciones. Por este procedimiento, el banco suizo UBS asumió este mes el 4,509% de GAM y el fondo Ferox Convertibles Recovery Fund Limited, con sede en las Islas Caimán, tomó el 1,207%. Los otros 67 millones de deuda son préstamos participativos de Liberbank, Kutxabank, Caixabank y Abanca. Los tres primeros ya fueron accionistas de GAM y dejaron de serlo recientemente.

Sobre los accionistas preexistentes la operación tendría dos efectos: su participación actual se reduciría en términos relativos (porcentaje sobre el total del capital) como efecto de la ampliación y las acciones ganarán en liquidez en la medida en que aumentaría el número de títulos y más cuando los nuevos accionistas de referencia, por su naturaleza financiera, no tendrían vocación de perpetuidad.

GAM, fundada en Oviedo en 2003, debutó en Bolsa el 13 de junio de 2006. Su récord de cotización lo alcanzó en julio de 2007, cuando llegó a valer 25,947 euros por título. Ayer cerró la sesión en 0,27 euros, tras un desplome del 10% tras conocerse los tratos con la banca acreedora, que supondría a corto plazo una dilución del valor actual de los títulos proporcional al importe de la ampliación.

La negociación forma parte del "proyecto Fénix", promovido por el Gobierno, y cuya finalidad es que la banca canjee posiciones acreedoras por participaciones en el capital en aquellas empresas consideradas viables aunque sometidas a problemas financieros por su endeudamiento.