La compañía EDP-HC ha anunciado este viernes una inversión de 100 millones de euros para construir sendas plantas de desnitrificación (reducen las emisiones de óxido nitroso) que permitirían garantizar otros diez años (hasta 2035) la vida últil de las centrales térmicas de Aboño y Soto Ribera. Las obras se desarrollarán en los dos próximos años y crearán unos 200 puestos de trabajo.

Los datos los ha ofrecido en rueda de prensa Miguel Stilwell d'Andrade, consejero delegado de EDP, quien ha estado acompañado por Sabino García Vallina, presidente de TSK, y Koji Hasegawa, vicepresidente de Mitsubishi Hitachi Power Systems MHPS. La alianza de estas dos empresas será la encargada de ejecutar los trabajos. Antes de atender a los medios, los tres han procedido a la firma del contrato.

Según ha explicado Stilwell, la decisión de la compañía luso-asturiana se ha basado en la aplicación de las exigencias de reducción de emisiones planteadas por la Unión Europea. Así, el contexto actual obligaría a un cierre en 2024 (Soto) y 2025 (Aboño), incluyendo una reducción de actividad en los últimos años. Con esta actuación se posibilita esa prolongación del plazo hasta 2035 (50 años), y a pleno rendimiento. La emisión de óxido nitroso se reducirá a menos de los 200 miligramos por metro cúbico, límite que establece para el futuro la directiva europea.

La previsión es que la planta de desnitrificación de Aboño esté funcionando a finales del año 2016 y la de Soto en 2017. Además de los 200 empleos directos de las obras, Stilwell ha destacado los otros 400 puestos de trabajo directos y también los indirectos que se mantendrán otros diez años con la prolongación de la vida útil de las infraestructuras. Se estiman en 450.000 las horas de trabajo que se generarán con esta actuación.

Hasegawa ha mostrado su satisfacción por la firma de este contrato, el primero de esta naturaliza que se les adjudica en España. Ha destacado que se trata de un equipamiento de alto rendimiento y ha adelantado que su compañía seguirá ofreciendo este tipo de sistemas que conllevan mantener la producción reduciendo la carga medioambiental.

Sabino García ha expresado su "orgullo" por participar en este proyecto con EDP, quien junto con Endesa, "son los pioneros en esta materia". Ha apuntado que, exceptuando la parte de la construcción que ejecutar la firma japonesa, el resto del trabajo lo realizar TSK y se quedará en Asturias.

Stillwell ha destacado el compromiso de EDP con Asturias, donde mantiene 1.000 puestos de trabajo directos y otros 4.000 indirectos, y donde genera el 2,7% del PIB autonómico. Preguntado por si las nuevas plantas permitirán aumentar la actividad de ambas centrales, ha matizado que lo que garantizarán será "que no baje". A partir de ahí, "el nivel de funcionamiento dependerá del mercado, si son competitivas mejorarán".