Sebastián Reyna es el presidente nacional de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (Upta), una organización vinculada a UGT. El alicantino considera que el crecimiento del trabajo autónomo no es aún todo lo robusto que cabría esperar. Reyna participó este fin de semana en el congreso de UPTA-Asturias, que reeligió a Manuel Prieto como secretario general.
-¿El trabajo autónomo se está recuperando?
-Hemos recuperado el crecimiento del trabajo autónomo. Hasta 2007 teníamos un aumento neto de cien mil trabajadores por cuenta propia cada año. La crisis ha golpeado con fuerza al sector y hemos perdido 350.000 efectivos. Pero desde 2013 se está produciendo un cambio de tendencia, pero con varias lecturas.
-¿Cuáles?
-Es un síntoma de que hemos tocado suelo, sobre todo en la construcción, pero el crecimiento no es todo lo sano que quisiéramos. Aunque aumentan las altas también lo hacen las bajas. Se están retirando muchos autónomos tradicionales, y lo que está entrando es un nuevo colectivo más joven que vienen al autoempleo más por necesidad de supervivencia que por una verdadera vocación emprendedora. El problema en el sector es que hay mucha volatilidad, hay muchas altas y bajas
-También se han puesto en marcha ayudas para crear empleo autónomo.
-El Gobierno ha visto que había un campo aquí donde se podía producir crecimiento. La tarifa plana ha sido fundamental. Hacerse autónomo ha pasado de costar 250 euros al mes a 50, y quieras que no eso ayuda a lanzarse a los jóvenes con dudas.
-¿Hacen falta medidas para mantener la actividad?
-Es difícil tomar medidas para eso a nivel de Gobierno. Hay poca demanda interna, poco consumo y falta de crédito. El autónomo se consolida si se expande la economía, si hay consumo y si aguanta lo que llamamos los periodos valles, gracias al circulante. Y todo eso está faltando.
-Pero, se está lanzando mensajes de que el crédito llega.
-En la práctica no conocemos casi ningún caso que lo esté recibiendo. Hay mucha oferta, es verdad, pero los cauces están obturados. El Banco Central Europeo puso dinero en el mercado pero el sistema por el que éste tiene que llegar a la economía no funciona.
-¿La morosidad sigue siendo un problema para los autónomos?
-La morosidad sí que se ha reducido, aunque seguimos con plazos de pago por encima de la ley, pero estamos mejor que en los peores años de crisis por los planes de pago a los proveedores. Pero ha mejorado porque hay menos contratación pública; si hubiera la misma probablemente la morosidad ahora sería la misma.
-¿Qué falla?
-Que no hay un régimen sancionador. No hay ninguna consecuencia por no pagar.
-El subsidio de paro autónomo tampoco ha funcionado.
-No, porque en los mejores casos estamos en un 19% de solicitudes aceptadas por una mala definición de la norma legal. La buena intención de evitar el fraude hace que luego pongas condiciones que no se pueden cumplir. La ley está mal diseñada. Se va a aprovechar la reforma de las mutuas para modificar el sistema.
-¿Se avanza en la equiparación con los trabajadores por cuenta ajena como pedía el sector cuando se aprobó el estatuto del autónomo en 2007?
-En términos legales, sí. Un autónomo que se jubila lo hace en las mismas condiciones que un asalariado. El problema es que la base de cotización de los autónomos es más baja, estamos unos 300 euros por debajo de la media.
-¿Qué perspectivas tiene el sector?
-Nada halagüeñas. El comercio minorista sigue en una atonía total, y el consumo no está creciendo lo suficiente como para crear empleo. Aún viviremos una etapa de estancamiento.
