La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) revisó ayer al alza sus perspectivas sobre la economía española tanto para este año (1,3%, en lugar del 1% hace seis meses) como para el próximo (1,7% frente al 1,5%), y espera que el ritmo se sitúe en el 1,9 % en 2016. La OCDE avanza así un crecimiento más favorable que el que había anticipado meses atrás para España aunque, al igual que otros organismos que también hicieron lo mismo, sus predicciones para 2015 son menos optimistas que la del Gobierno de Rajoy, cuyos presupuestos generales para 2015 se basan en un aumento del PIB del 2%.

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, señaló ayer que el crecimiento de la economía y la inflación pueden ser "muy bajos durante mucho tiempo" en España, como ocurrió en Japón durante años. Y aunque no ve indicios de recesión ni de deflación en España, sostuvo que en 2015 puede haber "más dificultades" para cumplir con el déficit fiscal, lo que significaría "que habrá que tomar medidas adicionales".

Las cifras del PIB que ofrece la OCDE para España son mejores que las que atribuye a los tres grandes países de la moneda única europea (Alemania, Francia e Italia) y también más positivas que las de la zona del euro en su conjunto, cuya actividad progresara únicamente el 0,8% en 2014, 1,1% en 2015 y 1,7% en 2016.

La OCDE señaló que el incremento de la actividad (a un ritmo anual del 2 % constatado en la segunda parte de este año) gracias al consumo privado, ha permitido compensar la ralentización de las exportaciones y ha dado lugar a un crecimiento del empleo más fuerte de lo anticipado. Alertó sin embargo del potencial riesgo a la baja del PIB español derivado de un crecimiento más débil de sus socios de la eurozona. Y, a pesar de la disminución del paro, aventuró que la tasa española de desempleo va a continuar siendo la segunda más alta de los 34 países miembros de la OCDE, solo por debajo de la de Grecia: prevé un paro del 23,9% al cierre de 2014, del 22,6% al terminar 2015 y del 21,6 % al concluir 2016.

Según la OCDE, el déficit público español (del 5,5% del PIB en 2014, del 4,4% en 2015 y del 3,3% en 2016), seguirá engordando la deuda pública, que en 2016 llegará al 100,9% del PIB.

La OCDE ha recomendado ralentizar el proceso de consolidación presupuestaria en la eurozona con el objetivo de reducir su impacto sobre el crecimiento a la vez que ha reclamado más medidas de estímulo monetario al Banco Central Europeo (BCE). A España le pidió que lleve a cabo reformas fiscales que sean favorables al crecimiento.

El PIB de EE UU creció el 3,9% en el tercer trimestre, cuatro décimas más de lo esperado. El aumento en el segundo trimestre había sido del 4,6%. Aunque ha habido una desaceleración, se trata de los mayores crecimientos de EE UU en una década.

El Gobierno alemán señaló ayer que sólo aumentará las inversiones públicas en el marco de una estabilidad presupuestaria a largo plazo.