Los exdirectivos de Caja del Mediterráneo (CAM) Roberto López Abad y Juan Ramón Avilés defendieron ayer la legalidad de las dietas que percibieron los miembros de la comisión de control de la entidad levantina y aseguraron que, en todo caso, estaban por debajo de la media del sector. Así lo manifestaron en la Audiencia Nacional, donde se les juzga desde el pasado jueves por delitos de apropiación indebida y administración desleal por irregularidades en el cobro de dietas.

El primero en declarar fue López Abad, exdirector general, quien aseguró que esos pagos eran "muy distantes" a los de los altos cargos de otras cajas e "infinitamente alejadas" de los límites máximos que en 2012 fijó la ley para las entidades nacionalizadas. Varios miembros de esta comisión de control, que ayer prestaron declaración ante el juez, también defienden que esas retribuciones, que alcanzaron casi 1,5 millones, eran "adecuadas" porque su labor no era "pasiva", como sostiene la Fiscalía Anticorrupción. El fiscal destaca en su escrito provisional de acusación que, a partir de 2005, López Abad "buscó la fórmula para superar límites retributivos fijados por la caja ". El expresidente de la comisión de control Juan Ramón Avilés rechazó cualquier responsabilidad en la aprobación de las dietas irregulares que cobró en la entidad.