La economía asturiana creció el año pasado el 0,8%, la segunda menor tasa de avance de las 17 comunidades autónomas y casi la mitad de lo que lo hizo el conjunto del país, que registró una progresión del 1,4%.

Asturias vuelve así al crecimiento por vez primera desde 2011, pero este cambio favorable de tendencia lo ha hecho con menor impulso que el resto de las regiones, con la salvedad de Galicia, que apenas progresó el 0,5%: tres décimas menos que Asturias. El reducido impulso del tejido productivo asturiano en el primer año con crecimiento nítido de la economía nacional tras dos recesiones y seis años de crisis prolonga el descuelgue asturiano de la marcha general por tercer año consecutivo.

Asturias se acompasó con la media española en 2008 (primer año de la crisis), se hundió más que el promedio en 2009 y recuperó mejor que el conjunto nacional en 2010 y 2011, enlazando dos años de ligero avance. Desde entonces su recaída fue mayor que la media nacional en 2012 y 2013, y ahora, en 2014, con el nuevo repunte, se sumó a la tendencia pero con menor vigor que la generalidad de las regiones.

Por tipos de actividades, el leve impulso asturiano estuvo vinculado exclusivamente al dinamismo de los servicios, y en particular a los financieros y de seguros (que recuperaron el 9,9%), al inmobiliario (2,7), las actividades profesionales, administrativas y otras (1,8), ocio, entretenimiento y actividades artísticas (1) y comercio, hostelería, transporte y almacenamiento (0,8%).

El resto de los sectores, y entre ellos los de mayor tradición en el tejido económico regional, siguieron en caída. El sector primario (agricultura, ganadería, pesca y silvicultura) redujo su contribución el 6,6%; la industria cayó ligeramente en conjunto (-0,4%) pero la manufacturera en concreto cedió el 2,4%; y la construcción se replegó el 2,2%.

El pusilánime crecimiento asturiano y gallego contrastó con el vigor de La Rioja, que lideró el impulso nacional con un avance del 2,5%, seguida por Extremadura y Canarias (2,2), Comunidad Valenciana (2,1) y Navarra y Murcia (2). También se comportaron por encima de la media española Baleares (1,9) y Aragón (1,7). Y Cataluña y Castilla y León mantuvieron la misma tasa de crecimiento que el promedio español (1,4%). Entre las regiones rezagadas, Andalucía logró mejorar el 1,3%, País Vasco y Castilla-La Mancha, el 1,2%; y Cantabria y Madrid, el 1%, sólo dos décimas más que Asturias.