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Las medidas de control fiscal

La ofensiva de inspecciones fiscales en Asturias logra una caja récord

La Agencia Tributaria logra un récord de caja en la lucha contra el fraude intensificando en Asturias las inspecciones a empresas y perfeccionando los métodos de cruce de datos

La ofensiva de inspecciones fiscales en Asturias logra una caja récord

El director de la Agencia Tributaria, el gijonés Santiago Menéndez, lo dijo a su manera, pero todo el mundo le entendió. La Agencia maneja "la repera patatera" de datos sobre posibles defraudadores y la ofensiva para aumentar la recaudación está lanzada. Este año el organismo cuenta con más presupuesto y dispondrá de más personal. En el primer trimestre ya ha logrado un récord de caja con el control: 2.889 millones de euros.

Empresarios asturianos consultados por este diario destacaron que en los últimos tiempos están notando una mayor presión del fisco y que cada vez son más habituales las visitas de inspectores que se presentan por sorpresa con una orden judicial para el volcado de la información de los ordenadores. Los hosteleros de la región, por su parte, afirman que desde hace tiempo están en el foco de la Agencia Tributaria y relatan casos en los que se han llegado a cruzar datos de compra de pan para comprobar que no hay fraude en los banquetes. Y los autónomos denuncian que son los más perseguidos. Sin embargo, los propios inspectores de Hacienda reconocen que para alcanzar los objetivos que les impone la Agencia a quien acaban poniendo el foco es a los asalariados, a los que es más fácil controlar. Nadie se salva.

Ahora las investigaciones están en las portadas de los periódicos. En poco más de una semana, fruto de la labor de los inspectores de la Agencia, estallaron los casos de presunto delito fiscal, blanqueo de capitales y alzamiento de bienes del expresidente del Gobierno Rodrigo Rato; de los cobros sin justificar procedentes de una constructora de Federico Trillo y Vicente Martínez-Pujalte, y de las comisiones a políticos de Castilla y León por la instalación de parques eólicos.

Y en Asturias, cuando aún está muy reciente la condena por fraude en el pago del IVA del ex presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) y de la Cámara de Comercio de Oviedo, Severino García Vigón, acaba de destaparse la macroinvestigación fiscal al sector pesquero en la que están en el punto de mira armadores, comercializadores de pescado, cofradías y lonjas asturianas por un posible caso de "economía sumergida" en el proceso de subasta del pescado en las rulas. Y para sumarse a este festín, en los próximos días más de medio millar de parejas que se casaron en conocidos establecimientos hosteleros del centro de la región declararán como testigos en dos casos de presunto cobro en negro de parte de los banquetes nupciales.

La Agencia Tributaria parece omnipresente coincidiendo, además, con el inicio de la campaña de la renta de 2014 y con el fin del plazo (acaba el día 30) para que todos los titulares de cuentas bancarias presenten su identificación en las oficinas de las entidades financieras dentro de la nueva norma contra el blanqueo de capitales.

"Es muy fácil esconder el dinero defraudado y muy difícil perseguirlo", aseguró el pasado martes en el Congreso de los Diputados el gijonés Santiago Menéndez en una comparecencia en la que se centró en la amnistía fiscal de 2012 y en la posterior norma que obliga a declarar bienes en el extranjero y con la que han aflorado más de 124.500 millones de euros que ahora tributan.

El cruce de los datos de la amnistía con los de la declaración de bienes en el extranjero ha permitido destapar presuntos casos de fraude como el de Rato y su red de empresas, pero el grueso de las actuaciones de los inspectores es a otro nivel. Dirigentes de la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda reconocen que la escasez de recursos y la presión por alcanzar los objetivos fijados lleva a los inspectores a centrarse en los "colectivos más fáciles de controlar", como los asalariados o los beneficiarios de la deducción por compra de vivienda, y a no centrarse a fondo en las grandes empresas, que tienen más fácil recurrir a esquemas de elusión fiscal.

A pesar de ello, el inspector gijonés que dirige la Agencia Tributaria destacó que en el primer trimestre del año Hacienda ha ingresado 2.889 millones de euros por la lucha contra el fraude fiscal, lo que supone un incremento de 13,5% respecto al mismo periodo de 2014 y "el mejor trimestre de la serie histórica". Además, desde 2012, Hacienda ha ingresado en ese concepto un total de 37.674 millones de euros, casi el doble del producto interior bruto (PIB) de Asturias.

Santiago Menéndez afirmó que esos resultados se han logrado gracias a la "eficacia" del personal de la Agencia y a pesar de los recortes que ha sufrido el organismo por la crisis. Sin embargo, esa situación está cambiando. Para este año hay un presupuesto de 996 millones de euros, un 5% más que en 2014, y en cuanto a recursos humanos se incorporarán 484 nuevos efectivos a través del turno libre y 689 a través de promoción interna "con lo que se alcanzará el 100% de la tasa de reposición". Además, el pasado año se incorporaron a la Agencia Tributaria 244 funcionarios de otros organismos públicos.

Más recursos y más personal para luchar contra el fraude. Y al mismo tiempo golpes de efecto como la investigación sobre Rodrigo Rato, quien fue ministro de Economía y Hacienda. "Esos casos provocan muchas reacciones en la opinión pública. Se da a entender que se actúa con contundencia ante el fraude y que se logra recaudar más. Pero si realmente se quiere eso último lo que no puede ser es que, por ejemplo, las grandes empresas tributen a un tipo efectivo del 5%, mientras que las pymes lo hacen al 16%", señaló José María Mollinedo, secretario general del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha).

En Asturias, esas pequeñas y medianas empresas que no tienen las ventajas fiscales de las grandes, están notando un incremento en el control del fisco. Empresarios consultados por este diario destacaron que en los últimos meses se han intensificado las visitas y que en muchos casos los inspectores, acompañados de un técnico informático, se presentan en las empresas con una orden judicial para acceder a las instalaciones y a los ordenadores y realizar volcados de información con el objetivo de detectar una doble contabilidad, la ocultación parcial de actividad o manipulaciones en los libros de registro y contabilidad. "En algunos casos, además, esos controles se han repetido en la misma empresa poco tiempo después con las consiguientes trabas a la actividad y situaciones de intranquilidad y tensión entre los trabajadores", señalaron.

Según los datos de la Agencia Tributaria, durante el pasado año se realizaron en España 1.822 entradas y registros, lo que supuso un incremento de más del 40% con respecto a las efectuadas en 2013.

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