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El futuro de un sector clave para Asturias

La siderurgia insta a Bruselas a frenar el avance del acero chino en Europa

Las empresas, lideradas por Arcelor, presionan para que la UE postergue el reconocimiento del gigante asiático como economía de mercado

Robrecht Himpe.

La industria siderúrgica europea quiere que Bruselas ponga freno a la expansión del acero chino por el Viejo Continente. Las importaciones desde el país oriental han crecido de forma notable durante los últimos años, casi al mismo ritmo que descendía la producción en las factorías ubicadas en territorio de la UE. La patronal Eurofer defiende que no se produzca el reconocimiento de China como economía de mercado y destaca que particularmente la industria siderúrgica se encuentra fuertemente intervenida por el Gobierno de Pekín. La Unión Europea deberá definirse en unos meses, y conceder o no a China un estatus le otorgaría ventajas a la hora de hacer negocios y restringiría la capacidad de los fabricantes europeos de denunciar las políticas de competencia desleal y "dumping".

Ocurre en un contexto en el que la demanda de acero comienza a recuperarse en Europa. Creció un 3,9% en el conjunto de la Unión Europea (UE) el año pasado. Pero al mismo tiempo las importaciones aumentaron un 20%, según la patronal española Unesid, absorbiendo la mayoría del crecimiento de esos nuevos pedidos en detrimento de los fabricantes europeos. Así que el acero chino, considerado en general de peor calidad pero más barato, cada vez tiene un mayor peso en el mercado.

En una reciente intervención en el Parlamento europeo, Robrecht Himpe, presidente de Eurofer y vicepresidente ejecutivo de Arcelor-Mittal, defendió que la industria del acero china tiene un exceso de capacidad productiva resultante del apoyo gubernamental que ha provocado una oleada de exportaciones sin precedentes. "No merecen ser reconocidos como una economía de mercado por parte de la UE, simplemente porque este país no reúne las condiciones técnicas requeridas, ya que las políticas del Gobierno chino siguen teniendo un papel importante en lugar de guiarse por las verdaderas fuerzas del mercado", señaló.

Según la norma comunitaria, entre los requisitos para ser considerado una economía de mercado figura tener un "verdadero mercado libre interior y que los costes de producción y los precios no estén influidos por decisiones políticas".

El director general de Unesid, Andrés Barceló, asegura en una carta publicada en su blog que hasta el propio presidente chino, Xi Jinping, reconocerá que pese a que China ha recorrido en pocos años un grandísimo trecho está, hoy por hoy, lejos de ser una economía de mercado. Según sus cuentas, la sobreproducción de acero chino supone el 48% de lo que se fabrica a nivel mundial, debido exclusivamente a "que el Partido Comunista ha intervenido para construir el gigante siderúrgico que es hoy China". Según Unesid, las factorías europeas están en desventaja frente a las orientales, ya que las primeras están sometidas a una serie de requisitos legislativos y ambientales que no tienen las orientales.

Este escenario ha provocado que durante esta crisis el sector europeo del acero haya perdido 40.000 empleos, 15.000 de ellos en la multinacional Arcelor-Mittal, con dos plantas en Asturias. Según los datos que maneja la Asociación Mundial del Acero (WSA, por sus siglas en inglés), la Unión Europea produjo en 2014 poco más de 169 millones de toneladas de acero, 41 millones menos que en 2007. En ese mismo periodo la producción en China aumentó en 332 millones de toneladas. En el informe que Lakshmi Mittal, presidente y máximo accionista de Arcelor, presentó recientemente ante su junta general ya alertaba de que su compañía está expuesta "al riesgo de que China incremente su producción de acero durante este año a un ritmo mayor que la demanda real".

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