Las negociaciones políticas celebradas ayer en Bruselas parecen haber endurecido aún más los frentes entre Grecia y sus acreedores, y pese al tono optimista del primer ministro griego, Alexis Tsipras, las propuestas de los socios de la eurozona han caído como un jarro de agua fría en Atenas.

El primero en hablar hoy en público fue el ministro del Interior, Nikos Vutsis, quien en declaraciones a la emisora de radio Skai señaló que el texto presentado anoche por las instituciones (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional) no sirve como base para negociar un acuerdo.

"Veo el vaso medio vacío y eso que yo soy optimista. Nadie puede verlo medio lleno, porque el texto que fue presentado no puede ser una base para la discusión", afirmó.

Las declaraciones de Vutsis coinciden con el ambiente general político que reinaba hoy en Atenas, donde la insistencia de los socios de bajar pensiones, e incluso de abolir las ayudas sociales a los jubilados más pobres, fue interpretada como un intento de forzar a Grecia a la capitulación.

"Si los socios quieren una capitulación no la tendrán", dijo el ministro adjunto de Marina Mercante, Theodorís Dritsas, quien, al igual que otros ministros en días pasados, no quiso descartar la convocatoria de elecciones anticipadas si no se logra una solución de consenso con los acreedores.

"Todo puede pasar, y debemos llevar el combate hasta el final. Si Europa se ha vuelto loca, entonces el pueblo heleno puede tomar sus decisiones y el Gobierno se apoyará en la sociedad griega", sentenció Dristas.

El ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, en cambio, optó por elegir el mismo tono optimista utilizado anoche por el propio Tsipras, y ante las cámaras descartó hoy la posibilidad de una cita anticipada a las urnas, porque, según dijo, habrá acuerdo antes del 30 de junio, fecha en que -en principio- expira la prórroga del rescate.

El rotativo Efymerida ton Syntakton, afín a Syriza, titulaba hoy "Buscan la ruptura" en su editorial sobre la reunión de anoche, en el que sostiene que las medidas presentadas son tan extremadamente opuestas a lo que quiere Greca que se podría decir "que en su conjunto han sido redactadas para no ser aceptadas".

Según este diario, el texto presentado persigue forzar al Gobierno griego a abandonar por completo sus compromisos y evitar que la pequeña Grecia pueda convertirse en un ejemplo para otros países.

Fue el propio Tsipras quien mencionó anoche que algunas de las propuestas no eran aceptables, como por ejemplo, la de elevar el IVA de la factura de la luz en diez puntos porcentuales, desde el 13 % actual, y a los recortes exigidos en las pensiones, específicamente para pensionistas con rentas bajas.

Aunque el texto no se ha dado a conocer oficialmente, algunos medios locales publican hoy los puntos principales.

Además de contemplar solo dos tipos de IVA, un 11 % y un 23 % -Grecia proponía tres-, lo que conllevaría una subida generalizada de la mayoría de los productos, la propuesta de las instituciones insiste en exigir al país una bajada de las pensiones de un 1 % del Producto Interior Bruto (PIB).

Lo que ha sentado peor es la exigencia de eliminar las ayudas sociales a los jubilados con los ingresos mas bajos, por la carga simbólica que conlleva y por tratarse de un apartado del erario que tan solo supone 100 millones de euros.

Aunque ha habido acercamiento en cuanto a los objetivos para el superávit primario, la propuesta no incluía referencia alguna a la deuda, un asunto altamente problemático para Tsipras, quien ha exigido repetidamente que es necesario abrir un debate sobre su reestructuración, pues de lo contrario Grecia no puede salir del círculo vicioso de la crisis.

Mientras tanto, se mantiene la incertidumbre sobre si Atenas pagará finalmente mañana el tramo de algo más de 300 millones de euros que debe al FMI, pese a que el primer ministro dejó entrever que lo haría.

Preguntado si Grecia podrá hacer frente al tramo de este viernes, Tsipras respondió: "no se preocupen por ello". "Ya hemos pagado 7.500 millones" de euros para cumplir con obligaciones financieras.

Sin embargo, fuentes de la Oficina de Gestión de la Deuda Pública (PDMA, por sus siglas en inglés) indicaron hoy a Efe que si bien tanto el dinero de mañana como el tramo de 335 millones de euros que vencen el próximo 12 de junio, están disponibles, todavía no hay orden de pago y la decisión de si se efectuará "es política". E