La patronal asturiana que reúne a las empresas del metal, Femetal, sostiene que aceptar subidas salariales como las que han planteado los sindicatos en la negociación del convenio (entre el 2% y el 2,5%) supondría "un importante retroceso para el sector, hasta el punto de poner en riesgo dos mil empleos, con nuevos expedientes de regulación y disolución de empresas".

La organización que preside Guillermo Ulacia difundió ayer sus posiciones ante unas conversaciones que se reanudan hoy en un clima de fuerte tensión. Los negociadores de UGT y CC OO, en representación de más de 20.000 trabajadores, han lanzado un ultimátum y amenazado con romper la paz social si Femetal no varía sus posiciones.

La patronal remarcó ayer que es "partidaria de mantener la moderación salarial". Descarta subidas superiores a lo pactado en el acuerdo nacional sobre negociación colectiva (1% este año y 1,5% el próximo). Quiere además congelar el complemento de antigüedad y suprimirlo para las nuevas incorporaciones, y aumentar la flexibilidad en la jornada de trabajo (que el empresario pueda distribuir irregularmente el 10%.

Las empresas han puesto sobre la mesa además dos medidas relativas a la contratación de nuevo personal: por un lado, fomentar los contratos de formación dual para incorporar a jóvenes como aprendices y, por otro, crear nuevas categorías básicas ("especialista B" y "especialista C") pensadas, según Femetal, para favorecer la inserción de desempleados sin cualificación.

"La moderación salarial aplicada durante los dos últimos años en el sector del metal de Asturias ha sido clave para lograr una estabilización del empleo, aumentar las exportaciones y frenar la continua caída de la productividad", señaló Femetal en un comunicado. Aunque también advirtió: "Aún nos encontramos muy alejados de los niveles de empleo, volumen de empresas, actividad y productividad de antes de la crisis, por lo que cualquier propuesta que nos frene es irracional y refleja un claro alejamiento de la realidad del sector".