Los servicios de inspección y las Unidades de Auditoría Informática de la Agencia Tributaria se topan con frecuencia situaciones peculiares cuando acuden a un registro en busca de información sobre presuntos fraudes que generalmente se encuentra en ordenadores. "El supuesto más frecuente es esconder el ordenador que acumula toda la información en habitaciones tapiadas o secretas a las que se accede por armarios que se corren o estanterías, a modo de habitación de pánico", señala un texto de la Agencia. Y añade el siguiente ejemplo, ajeno a Asturias: "Durante una inspección en una nave industrial, los funcionarios se percataron de que la planta superior medía cinco metros menos que la inferior lo cual les sirvió para encontrar un cuarto sin puertas ni ventanas en el que se ubicaba el ordenador central que contenía la contabilidad B". La entrada secreta estaba en un armario ropero lleno de abrigos.
