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Asturianos en el corralito griego

Los ciudadanos helenos soportan largas esperas para retirar dinero y hacen acopio de comida y gasolina "La gente tiene miedo", afirma la gijonesa Gloria Cabrejas

Yanis Varufakis, ministro de Economía de Grecia.

Lo primero que hizo el domingo por la mañana la gijonesa Gloria Cabrejas fue salir de su casa en la localidad griega de La Canea, en Creta, y buscar un cajero automático. Recorrió la ciudad, pero la mayoría no funcionaban o estaban secos, sin ningún euro que dar. Acabó encontrando uno muy a las afueras, cerca del aeropuerto de la turística isla helena, y repleto de gente. Tuvo que hacer una cola de veinte minutos para sacar el efectivo. Finalmente, lo consiguió. "No lo necesito para mí, pero lo saqué por si alguien de mi entorno no podía hacerlo, o por si había algún imprevisto y alguien no puede pagar el alquiler, o lo que sea", explica. De camino vio en algunas gasolineras colas de griegos haciendo acopio de combustible, por lo que pueda pasar.

Cabrejas sorteó así el corralito impuesto por el Gobierno heleno para evitar la fuga de capitales. De haber intentado ir al cajero ayer se hubiera encontrado con que sólo podría haber retirado como mucho 60 euros. "La gente aquí tiene bastante miedo", asegura la gijonesa, que lleva viviendo en Grecia desde hace tres años. "Desde el viernes hay colas en los bancos y en algunos supermercados", cuenta. Y añade: "Es sobre todo gente mayor, que compra productos como arroz o pasta, como si estuviéramos en una guerra nuclear".

En las calles lo más habitual es encontrarse con asambleas, muchas espontáneas, otras organizadas por los partidos políticos para explicar la importancia del referéndum que el país celebrará el próximo domingo. Son las diez de la noche en Creta y, móvil en mano frente a un parque de la ciudad, Cabrejas apunta que "ahora mismo hay una reunión aquí de un partido de izquierdas, y un poco más allá, en un centro social, otra organizada por Syriza". "Son abiertas y puede participar cualquiera", puntualiza. La gijonesa está muy implicada en el día a día de la sociedad griega. Da clases de español, "muchas gratis, porque hay gente que no tiene dinero", aclara, y colabora activamente con comedores sociales y centros culturales. "En esta zona la gente vive mucho de la agricultura y del turismo, pero me imagino que en Atenas la situación puede ser terrible", afirma.

También en Creta vive el gijonés Alejandro de Antonio. Músico, que se dedica a investigar y aprender los ritmos tradicionales de la zona. "En la sociedad hay un sentimiento de incertidumbre por lo que pueda pasar con el referéndum, pero a la vez de alegría; sienten que tienen el poder de elegir su futuro", opina.

De Antonio asegura que "desde que se impusieron los recortes en el país la situación ha empeorado en todos los niveles". A su juicio, muchas de las medidas impuestas son un "tipo de terrorismo contra los ciudadanos". "Hay mucha gente que ha sacado dinero de los cajeros, aunque los más preocupados ahora son los que tienen más ahorros", asegura.

Era en Atenas donde se concentraba la mayoría de las colas frente a los bancos. "Tenemos miedo de que se queden sin nada", aseguraba un ciudadano frente a uno de los 5.500 cajeros de Grecia. Lo más visitado ayer en el país del Partenón.

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