El titular del Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid, Antonio Serrano-Arnal, ha enviado a la Audiencia Nacional el caso en el que investiga al exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato ante los nuevos indicios aparecidos de que pudo blanquear dinero en el exterior. El juez tomó la decisión después de que el pasado lunes la Fiscalía Anticorrupción le pidiera que se inhibiera en favor de la Audiencia Nacional al entender que se trata del tribunal competente para hacerse con la causa, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).

El auto de inhibición de Serrano-Arnal, que es recurrible en apelación solo ante la Audiencia Provincial de Madrid, se someterá ahora a las normas de reparto de la Audiencia Nacional para decidir cual de los seis jueces de instrucción asume el caso.

Cambiando su criterio inicial, Anticorrupción consideró en un escrito remitido a Serrano-Arnal el pasado lunes que la competencia ya no es de los Juzgados ordinarios de Madrid, pues han surgido nuevos indicios de que el asturiano que fue director-gerente del FMI pudo blanquear dinero en el extranjero entre 2011 y 2014 a través de una de sus sociedades. Se trata de la mercantil alemana Bagerpleta GmbH, propietaria de un hotel en Berlín, de la que Rato ha sido administrador hasta abril de 2015, cuando fue detenido.

Al principio, la fiscal Elena Lorente consideraba que el delito de blanqueo no estaba "mínimamente aquilatado", pero en su cambio de parecer ha sido clave el nuevo informe de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) que envió al Juzgado el pasado 21 de julio. Dicho informe apunta que las inversiones del exministro de Economía en Bagerpleta GmbH, de la que posee el 44 %, se habrían llevado a cabo a través de la mercantil Kradonara, cuya matriz es la gibraltareña Vivaway, propiedad, a su vez, del expresidente de Bankia.

"Los flujos de dinero que Kradonara ha remitido a Bagerpleta GmbH entre 2011 a 2014 tienen un presunto origen ilícito, dimanante de delitos de corrupción entre particulares y delito fiscal", recogía en su escrito la fiscal.

En el primero de sus informes, la ONIF dedicaba buena parte de su documento a la sociedad Kradonara, que fue constituida en noviembre de 2001. Entre otras cosas señalaba que Rato donó en julio de 2013 a sus hijos sus participaciones de las sociedades Aurosur, Rodanman Gestión, Explotaciones Carabaña y Rafi por valor de 2,6 millones, que después recompró mediante ampliaciones de capital utilizando Kradonara. Un año después vendió sus participaciones en Kradonara a Vivaway, que pasó a ser su socio único.