La economía global no se afrenta a "una guerra de divisas", pero sí se han visto "las primeras escaramuzas" con la inesperada decisión de China de devaluar el yuan como parte de un "panorama lleno de riesgos" debido a la "extremada diversidad" de políticas monetarias, aseguró Kaushik Basu, economista jefe del Banco Mundial (BM).

"Hay un riesgo de guerra de divisas, eso no puede ser menospreciado. Por ahora hemos visto escaramuzas, más que guerras de divisas", indicó Basu, profesor en excedencia de la Universidad de Cornell. A su juicio, no se trata sólo de China, pues hay "una situación de extrema diversidad de políticas monetarias" que ha "exacerbado este riesgo".

Basu remarcó que "hay grandes economías que están todavía inyectando liquidez. La zona euro lo está haciendo, también Japón y Suecia, mientras que EE UU está tratando de restar liquidez". "Es como si tenemos un montón de material inflamable por el suelo y te das cuenta de que un pequeño fuego podría hacer arder todo. China ha sido un buen recordatorio de que estamos en un mundo de riesgos", afirmó Basu.

Los economistas han alertado sobre los problemas que generaría una dinámica de devaluaciones competitivas, como en la década de los treinta, una espiral que tendría efectos desastrosos para la economía global. Además de sacudir fuertemente los mercados financieros mundiales esta semana, la reforma del sistema cambiario de China motivó grandes dudas sobre la marcha de la segunda potencia económica del planeta. Para Basu, sin embargo, la decisión de las autoridades chinas "no debería ser tan sorprendente", al subrayar que el yuan se había apreciado más de un 10% frente al resto de divisas mundiales desde el inicio de 2014, y las exportaciones habían caído notablemente.