La presidenta de la Asociación Asturiana de Empresa Familiar (Aefas), Eva Rodríguez, afirma que la sentencia del Tribunal Supremo que limita el incentivo fiscal en la sucesión de sociedades familiares "añade una nueva arista al reto de la transición de una empresa a otra generación".
El fallo del Supremo establece que la rebaja del 95% de la base liquidable en la sucesión en las empresas familiares no debe aplicarse sobre la totalidad del importe de las participaciones heredadas, sino sólo sobre los activos afectos a la actividad empresarial. El fallo, que unifica doctrina ante la existencia de pronunciamientos contradictorios, deja fuera de la reducción a activos no vinculados directamente con actividad de la empresa como pueden ser inmuebles o fondos de inversión.
La presidenta de la Asociación Asturiana de Empresa Familiar considera que "sin duda alguna" la sentencia "impactará negativamente en el valor del patrimonio de los grupos familiares". Además, Eva Rodríguez tilda de "sorprendente" que el Tribunal "presuma que todas las empresas familiares pretendan eludir el pago del impuesto sobre sucesiones y donaciones incorporando bienes no afectos a la actividad empresarial bajo el paraguas de la reducción del 95%". "En un entorno en el que las empresas necesitan fortalecer sus balances y en que la nueva Ley del Impuesto sobre Sociedades ha incluido medidas para favorecerlo, no es comprensible cómo se exige este esfuerzo tributario a los grupos familiares, que en muchas ocasiones deberán distribuirse dividendos de la propia empresa para hacer frente al pago del impuesto sobre sucesiones por el efecto de la limitación de la reducción", apuntó Rodríguez, que también considera "sorprendente que en un entorno legislativo tan cambiante, donde todavía queda pendiente la reforma tributaria de las comunidades autónomas y donde la recuperación económica debe pasar no ya por ayudas a las empresas familiares sino en no impedir su actividad, nos volvamos a encontrar con una mala noticia en el ámbito tributario".
