La patronal asturiana se suma a la alerta de los presidentes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y de la Cámara de España sobre los efectos negativos que tendría para la economía una hipotética secesión de Cataluña. Los catalanes están llamados dentro de dos semanas a unas elecciones autonómicas que los partidos independentistas quieren convertir en un plebiscito separatista.

Las Cámaras de Comercio de Avilés, Gijón y Oviedo y la Federación Asturiana de Empresarias (FADE) compartieron ayer la preocupación mostrada por Juan Rosell y José Luis Bonet, presidentes de la CEOE y de la Cámara de España, respectivamente, quienes en una carta han alertado del impacto que tendría la independencia tanto para la economía de Cataluña como para el conjunto de España y emplazan a todas las partes a "hacer un esfuerzo por facilitar la convivencia dentro de los márgenes" que permite el actual ordenamiento jurídico.

La FADE y las cámaras asturianas entienden que las decisiones que afectan a todo el Estado "para ser legítimas, no pueden ser tomadas únicamente por una parte del mismo". La patronal asturiana se hace partícipe del mensaje de que "nunca es tarde para el diálogo", título de la misiva firmada por Juan Rosell y José Luis Bonet, quienes califican de "cruciales" las elecciones autonómicas que tendrán lugar en Cataluña el próximo 27 de septiembre. Los máximos dirigentes de las organizaciones empresariales subrayan el peligro que entrañaría para Cataluña quedar fuera del euro y, especialmente, alejada de la financiación que, en última instancia, garantiza y posibilita el Banco Central Europeo y el Mecanismo Europeo de Estabilidad, sobre todo en una coyuntura tan compleja como la actual. Rosell y Bonet sostienen también que la independencia supondría una distracción y un obstáculo para superar la crisis económica cuya salida empieza ahora a vislumbrarse.