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La siderurgia pide a los partidos energía barata y apoyo frente al "dumping" chino

La patronal Unesid augura recortes de empleo si Europa reconoce al gigante asiático como economía de mercado

La siderurgia pide a los partidos energía barata y apoyo frente al "dumping" chino

La Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid), patronal española del acero, ha elaborado un manifiesto dirigido al Gobierno, a los partidos políticos y a los interlocutores sociales en el que fija sus demandas ante las elecciones generales del próximo diciembre. El sector, capital en la economía asturiana, pone el acento en la necesidad de abaratar la factura eléctrica de la industria y también de frenar en Europa las prácticas de competencia desleal de los exportadores chinos.

El documento titulado "Unesid ante las próximas elecciones generales" reúne los planteamientos que las empresas consideran "más relevantes" para el mantenimiento del sector. Son propuestas compartidas e inspiradas por Arcelor-Mittal, que tiene un peso sobresaliente en Unesid, presidida por Gonzalo Urquijo, directivo de la multinacional que controla la siderurgia asturiana. El manifiesto comparte el objetivo que se ha marcado la Unión Europea de "reimpulsar la actividad industrial" para que aporte al menos el 20% del producto interior bruto (PIB) y remarca que la siderurgia sostiene en España 60.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos. Las posiciones de la patronal del acero sobre la energía y el pulso comercial con China se explican en los siguientes puntos.

Energía. Las empresas vuelven a demandar un tratamiento "especial y diferenciado" en los precios de la electricidad y recuerdan que la regulación europea lo permite para la industria intensiva en consumo. "La siderurgia española necesita disponer de un precio de la energía que sea competitivo estable y predecible", señala el documento. Unesid pide a los poderes públicos "abandonar definitivamente la tentación de cargar a los costes regulados de la energía (electricidad y gas) conceptos que no se corresponden con el servicio y que esconden decisiones políticas de otro tipo". Es una alusión al impacto en la tarifa de decisiones de política energética como los incentivos económicos a las energías renovables o al carbón nacional.

Las empresas también instan a la UE a no dar nuevos "pasos unilaterales" para la restricción de las emisiones de CO2, responsables del cambio climático, si los países que generan más gases de efecto invernadero (EE UU, China, India, Rusia y Japón) no secundan compromisos semejantes. Otra política, considera Unesid, socavaría más la competitividad de Europa y su base industrial.

La cuestión china. El sector del acero, con un peso muy relevante las exportaciones españolas, demanda el apoyo de los partidos a una política comercial europea más firme ante las prácticas de "competencia desleal" de productores ajenos a la UE. Particularmente, los de China. En línea con los planteamientos de la patronal europea Eurofer, Unesid destaca que el país asiático está "inundando el mercado mundial" con un volumen de exportación de 81 millones de toneladas, equivalentes al doble de la producción alemana, que comercializa a unos precios "sin ninguna relación con los costes de producción".

Esas prácticas de "dumping" tienen su origen en el exceso de capacidad productiva que ha aflorado en China al decaer la demanda interna por la transición económica que pilotan las autoridades (el paso de un modelo basado en la intensidad inversora a otro con mayor peso del consumo). Para evitar los costes, incluidos los sociales, que implicaría ajustar esa sobrecapacidad, Pekín ha estimulado las prácticas comerciales agresivas de sus productores fuera del país, poniendo en dificultades a la siderurgia europea. Compañías como Arcelor han transmitido ya su alarma por unas prácticas que también están afectando a otros sectores metalúrgicos, como el del aluminio.

En ese contexto, la industria siderúrgica pide que España se posiciones en contra de que la UE conceda a China el reconocimiento como economía de mercado, decisión que deberá abordarse antes de fines de 2016. Dar a Pekín tal estatuto cercenaría las posibilidades de Europa de imponer "medidas comerciales defensivas" y "abriría de par en par la puerta del mercado europeo a los productos siderúrgicos chinos (...), lo que significaría pérdidas muy importantes de empleo y actividad para la industria española y europea", expone Unesid.

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