La edad de la jubilación se está retrasando y el retiro anticipado se está moderando a pesar de que la crisis económica podría haber provocado un aumento de las prejubilaciones, según revela un informe de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). Esto se debe, en parte, a que la necesidad de prolongar la vida laboral figura en la agenda de muchos países europeos. En España, los gobiernos han promovido medidas para frenar la jubilación anticipada, lo que ha contribuido a un aumento "lento, pero ininterrumpido" de la edad media efectiva de jubilación.

Según los últimos datos disponibles de la OCDE, en 2012 la edad media efectiva de jubilación era de 62,3 años para los hombres y de 63,2 para las mujeres, más que en Alemania (62,1 y 61,6), Grecia (61,9 y 60,3), Italia (61,1 y 60,5) y Francia (59,7 y 60), aunque sin llegar a las tasas de Holanda (63,6 y 62,3), Reino Unido (63,7 y 63,2), Suecia (66,1 y 64,2) y Portugal (68,4 y 66,4).

Además, según cálculos basados en la Encuesta de Población Activa (EPA), el porcentaje de jubilados entre 53 y 64 años ha caído desde el 14% de 2005 al 11% de 2014, con un descenso más acusado entre los hombres. Así, hace diez años, un 20% de los que contaban de 53 a 64 años se declaraba jubilado en 2014, porcentaje que se habría reducido cinco puntos, hasta el 15% en 2014. Entre las mujeres de la misma edad, el porcentaje ha permanecido prácticamente estable en torno al 6%-7%.

La publicación de Funcas también analiza la magnitud y las características del gasto en protección social en España y concluye que el porcentaje en términos de PIB (17,6%) en el año 2013 fue muy inferior al de países como Dinamarca (25,1%), Finlandia (24,9%), Francia (24,5%), Suecia (22,6%) o Italia (21%). Sin embargo, se situó en un nivel comparable al de Noruega (17,5%), Holanda (17,2%) y Reino Unido (16,9%).

Las mayores diferencias, según el informe, se observan en el peso de las funciones de la protección social, ya que las prestaciones por desempleo y supervivencia absorben en España bastantes más recursos que la media de la UE mientras que al apoyo a las familias y los niños, y la lucha contra la exclusión social se dedican comparativamente muy pocos recursos.