El ingeniero Víctor Martínez de Albéniz (Barcelona, 1978), que ayer recibió en Oviedo el premio "Sabadell-Herrero" a la investigación económica en su decimocuarta edición, hizo un llamamiento a las instituciones públicas para que retomen el apoyo a la investigación. Como algunos de los galardonados con la distinción en las ediciones precedentes, Martínez de Albéniz juzgó como "falta de visión" los recortes presupuestarios públicos a la investigación, con inversiones que "han resultado", dijo, "frágiles" y cuya insuficiencia pone de manifiesto un "clima" que "no es alentador".

Según el galardonado -formado en la Escuela Politécnica de París, doctor por el MIT, de Massachusetts; máster por el ENSADE, de París, y profesor en el IESE- , "parece" que las instituciones públicas han "abandonado" a los investigadores "en los últimos años", lo que atribuyó, como posible explicación, a que las investigaciones, en la medida en que "tienen un alcance de muy largo plazo, parece que son invisibles y que no aportan nada al país". Martínez de Albéniz apuntó como caso singular español que se llegue a cambiar "las reglas del gasto 'a posteriori' para recuperar el presupuesto ya gastado por los grupos de investigación".

Especialista en Investigación Operativa, una disciplina de la matemática aplicada, y con una densa ejecutoria en estudios de diseño y optimización de las cadenas de suministro globales para ayudar a las empresas a adaptar su gestión a la volatilidad de la demanda y la incertidumbre del mercado y de las modas, el profesor Martínez de Albéniz, que ha centrado el grueso de sus investigaciones en las cadenas de "Pronto Moda" y de respuesta inmediata a las tendencias de mercado, singularizó este sector, encarnado en España por empresas como Inditex (Zara), Desigual, Mango y otras, como ejemplo de un área de actividad en la que el país ha logrado ser "puntero" y de cuyas enseñanzas pueden nutrirse otras industrias nacionales, como la de la automoción, abocadas al desafío de la competencia de países con rangos de calidad análogos y costes menores.

"Muchos sectores se están fijando en el textil para gestionar sus negocios en un entorno incierto", aseguró. Algunas cadenas de moda españolas, presentes en multitud de países, demostraron con su modelo de negocio que era posible diseñar en Galicia y vender en China con "un producto óptimo a un coste razonable", adoptando una estructura y un método de trabajo que permite ser "mucho más flexible a los cambios de tendencia" y "buscar las olas como surfistas".

De las investigaciones del profesor Martínez de Albéniz "se sugiere que, cuando la incertidumbre de las tendencias es alta" instalar una fábrica en Portugal es, en contra de algunas creencias dominantes, "bastante mejor" que hacerlo en China por una consideración de "riesgo". "Por esto Zara ha trabajado mucho lo local", precisó.

El presidente de Asturias, Javier Fernández, que clausuró el acto en la sede del Banco Sabadell-Herrero, abogó, a propósito del conflicto de la leche y de las marcas blancas de bajo precio, por una "regulación de los mercados", no "como una estrategia para anularlos, sino de hacerlos más reales y efectivos", y no fortaleciendo al Estado, sino a la política "para que sea capaz de una regulación eficaz de los riesgos ligados a algunos mercados con debilidades estructurales que el paradigma económico dominante se ha negado a reconocer".

Fernández aprovechó los estudios del galardonado sobre la "Pronta Moda" como respuesta "a la fugacidad como un rasgo propio del consumo de nuestro tiempo" para preguntarse si algunas nuevas formaciones políticas no responde a este mismo esquema, según el cual "la política rápida" no consiste tanto en la que "busca respuestas prontas, eficaces y eficientes para resolver los problemas" como la de los partidos "que se afanan en ofrecer al votante-consumidor lo que quiere en cada momento" y asumen como discurso "lo que se lleva" bajo la propuesta ideológica máxima de que "harán lo que diga la gente". Extremando el paralelismo, concluyó que estas formaciones, de acuerdo con el criterio de renovación rápida de las modas y las "olas", podrían ser "partidos políticos de temporada": "Obedecen a una causa real, pero su permanencia es más dudosa que su oportunidad", señaló.

Estos "mismos rasgos", dijo, "también operan entre los partidarios entusiastas de la independencia de Cataluña", de la que se reiteró "contrario". "No negaré la existencia de independentistas de convicción y tradición -que los hay-, pero la crisis ha sumado al campo de la secesión a muchos nacionalistas que no eran independentistas y a muchos más cuyo soberanismo se corresponde con la evasión de una realidad económica desagradable o con la ausencia de horizontes y expectativas". Como "no se puede convencer a los independentistas de corazón" -señaló-, el presidente asturiano defendió basar menos los vínculos "en la identificación con la nación, que es emocional" y fundamentarla más en "la identificación con el Estado, que es racional".

El presidente del Banco Sabadell, José Oliu, explicó la "transformación" de esta entidad "en un modelo multinacional" sobre la base sólida y "fiel al origen" de la "banca de proximidad" de siempre. El profesor de la London School of Economics Luis Garicano elogió la biografía académica del galardonado "que estudió como Zara cambió el mercado y su funcionamiento".