Fundición Nodular, compañía de Lugones (Siero) con 59 años de historia y único fabricante español de grandes cilindros de laminación para la siderurgia, no recuperará su actividad como se pretendía. El grupo que pujó y resultó adjudicatario el 25 de noviembre de la unidad productiva de Nodular durante el proceso concursal de la compañía (un oferente llamado Tennyson) no llegó a depositar en junio el primer pago (1,5 millones) de los 7,5 millones que se había comprometido a abonar aun cuando se le prorrogó el plazo. Ahora, agotada esa opción y ante la ausencia de otros pretendientes, se ha dictado auto para poner a la venta los activos de la compañía por lotes. Con ello, la esperanza de que Nodular reanude la producción prácticamente se extingue.
Nodular, que poseía tecnología propia, era un gran exportador y que cuando promovió su concurso en marzo de 2013 por falta de liquidez y una elevado endeudamiento tenía pedidos que garantizaban la actividad para dos años, entra así en una nueva fase de liquidación.
La propuesta de la administración concursal es que los terrenos y las naves, sobre los que pesan hipotecas bancarias, sean concedidos a los bancos acreedores y que la maquinaria salga a venta directa en bloque. En caso de que quedase desierto este procedimiento de enajenación, se acudiría a la subasta. El proceso tiene alguna dificultad adicional porque, por las características de la factoría, alguno de los equipos de producción más valiosos está parcialmente cimentado y anclado bajo tierra, por lo que su traslado introducirá alguna dificultad.
Fundición Nodular, que tenía 178 empleos antes del proceso concursal (antigua suspensión de pagos) y que redujo a medio centenar durante el proceso, fue una empresa puntera antes de la crisis. La compañía, fundada por algunas de las antiguas familias de la desaparecida Fábrica de Mieres, fue uno de los cinco únicos fabricantes europeos de su especialidad, en la que en el mundo operan unos 30 fabricantes, y exportaba a 24 países el 87,5% de su producción.
