Las compañías EDP Renovables (EDPR) y Terranova Energy (filial de Acciona) han comunicado a la Administración asturiana la renuncia a cuatro proyectos que tenían en tramitación para instalar parques eólicos en concejos del Occidente. Los promotores justifican su decisión en "dificultades de carácter regulatorio y económico" que hacen inviables las inversiones.

EDPR ha formulado tres desistimientos. El más relevante de ellos afecta al proyecto denominado Ouría, en Taramundi, un complejo con dieciocho torres de 2,3 megavatios de potencia cada una. El mismo promotor renuncia también al proyecto Campo Ordial, con seis molinos y 12 megavatios de potencia, en Allande, y a otro parque formado por cinco máquinas en San Tirso de Abres. Los tres proyectos fueron autorizados en primera instancia por el Principado durante los procesos de competencia entre empresas que se activaron a partir de 2009. Terranova fue seleccionada como segunda opción para desarrollar un proyecto eólico en el mismo emplazamiento de San Tirso de Abres. La filial de Acciona también ha renunciado a su propuesta.

Las dos empresas utilizan la misma argumentación que ellas mismas y otras emplearon para justificar abandonos precedentes. Desde 2012 se ha producido un goteo de renuncias a la instalación de parques eólicos que afectan sobre todo a los emplazamientos adjudicados en los citados trámites de competencia.

Los promotores aluden genéricamente a problemas regulatorios y económicos. Es una referencia a los cambios que, sobre todo desde 2013, ha impuesto el Ministerio de Industria en el régimen de retribución de las energías renovables. Las primas o subvenciones a las producciones eólicas, solares y otras se han reducido de forma notable, comprometiendo la viabilidad económica de muchos proyectos y también la rentabilidad de las instalaciones en funcionamiento, según las quejas de las organizaciones patronales del sector.