La patronal de los concesionarios y los talleres de coches en Asturias (Aspa) y los sindicatos rompieron ayer por la tarde las negociaciones para el nuevo convenio colectivo del sector por sus diferencias a la hora de corregir las desviaciones del IPC en los salarios de los más de 4.000 trabajadores del sector. En principio, según señalaron los empresarios, todo estaba preparado para que ambas partes firmaran un preacuerdo, pero las conversaciones se truncaron en el último momento y las centrales ya planean llevar a cabo movilizaciones en el sector.

Los empresarios y los sindicatos habían negociado una subida salarial para este año del 1% y del 1,5% para el próximo, más una cláusula para corregir las desviaciones de la inflación. El problema surgió cuando al leer la propuesta final de las centrales la patronal observó que éstas pretendían que la revisión se realizara de forma inmediata cada vez que el IPC sobrepasara la barrera del incremento de los salarios que se había acordado. Es decir, que si el próximo mes los precios subieran por encima del 1%, la diferencia se aplicase ya sobre las nóminas de los trabajadores. Sin embargo, Aspa quería esperar hasta final de año para comprobar cómo cierra el IPC y en función del porcentaje realizar o no la mejora de los salarios, o incluso poder aplicar recortes si la inflación fuera negativa. El presidente de la patronal, Rogelio Cuesta, aseguró que "es probable que ese punto del acuerdo de la negociación esté poco trabajado".

Los sindicatos tienen previsto ahora convocar asambleas de trabajadores y no descartan el inicio de un calendario de movilizaciones "contundentes" si la patronal no asume los compromisos "adquiridos" en materia salarial.

Por su parte, las asambleas de trabajadores del metal dieron ayer luz verde al principio de acuerdo sobre el convenio del sector, con una subida salarial de 1% este año y del 1,5% el próximo para más de 20.000 trabajadores. Se conserva el complemento de antigüedad.