El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha confiado este jueves en que en el primer semestre de 2016 se pueda cerrar un nuevo modelo de financiación autonómica por unanimidad y sin que el Ejecutivo y las comunidades se tiren "los trastos a la cabeza", tras la polémica sobre los regímenes fiscales de Euskadi y Navarra.

El debate sobre el modelo de financiación se ha reavivado tras conocerse un informe en el que algunas comunidades autónomas ponen en duda el régimen foral y las especificidades y relaciones fiscales del País Vasco y Navarra con el resto del Estado.

Durante su intervención en la inauguración del embalse de San Salvador, en Huesca, Rajoy ha recordado que el modelo actual, aprobado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que ya debería haber sido revisado, no cuenta con el apoyo del PP.

Además, el Gobierno ha defendido el concierto vasco y el convenio navarro y ha negado que supongan un privilegio, como han dado a entender algunas autonomías, que han pedido que se revisen estos regímenes cuando se aborde la reforma del sistema de financiación autonómica.

En un comunicado, el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas asegura que no comparte esas críticas, que consideran que el País Vasco y Navarra tienen menor nivel de presión fiscal, más competencias normativas y de gestión en el ámbito tributario y unos niveles de financiación muy superiores a los de las autonomías de régimen común.

De este asunto también se han ocupado varios líderes socialistas, sin que la opinión sea unánime.

Así, su secretario general, Pedro Sánchez, que ha afirmado que los socialistas se sienten "a gusto" y "cómodos" con el cupo y el concierto económico vasco, ha dicho que "el verdadero debate es renovar y actualizar el sistema de financiación autonómica, que el Gobierno de España lleva cuatro años sin hacerlo".

Pero el líder del PSC, Miquel Iceta, se ha mostrado favorable a que el cupo del País Vasco y de Navarra sea renegociado en un futuro -no así el sistema de concierto económico- porque actualmente hay un "abismo" en el rendimiento entre el sistema de financiación de régimen común y el de las comunidades forales.

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha advertido de que va a seguir "levantando la voz" para que "se haga justicia" y que el Gobierno de la nación "cumpla con Andalucía" y destine los recursos públicos "con igualdad de trato" como "garantizan" la Constitución y el Estatuto de Autonomía.

El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, ha señalado que no está en contra de la foralidad, sino de las "asimetrías" que, a su juicio, actualmente se dan entre ciudadanos de diferentes territorios.

Desde el PP, el vicesecretario de Sectorial, Javier Maroto, ha realizado una "férrea defensa" del cupo vasco y del convenio navarro ante los "sorprendentes ataques" de otras fuerzas políticas, a quienes ha recordado que esa fórmula tiene los "parabienes" de todos los partidos desde la transición.

"Que haya partidos que estén cuestionando el concierto económico es para mirárselo", ha juzgado Maroto, quien ha subrayado que se trata de una norma basada "en derechos históricos" que tiene el visto bueno de la inmensa mayoría de los partidos, que acordaron juntos incluirlo en la Constitución.

Desde Navarra, su presidenta, Uxue Barkos, ha hecho un llamamiento a la unidad política en la defensa del convenio económico y ha apostado por la búsqueda del consenso y la unanimidad, porque la sociedad navarra "no va a permitir ataques a una de sus herramientas fundamentales".

Ha defendido una respuesta común al "ataque" al convenio económico, por lo que iniciará contactos con los portavoces parlamentarios "para tener un discurso unitario y remar todos juntos en la misma dirección".

La presidenta ha considerado "muy preocupante" ese informe hecho por las comunidades sobre el régimen foral.