La agencia de calificación crediticia Moodys ha concluido que los atentados terroristas islámicos del 11 de Marzo de 2004 en Madrid, al igual que los de 2001 en Nueva York y los de 2005 en Londres, tuvieron un impacto "significativo" en la actividad económica y la inversión, y que su efecto ha durado varios años.

Según concluye un estudio elaborado por la agencia que mide el impacto del terrorismo en la actividad económica, los atentados como los que han sufrido algunos países avanzados no sólo causaron una gran mortandad, lesiones y daños humanos irreparables, sino que también "dañan considerablemente la actividad económica y la inversión" y perjudica a la inversión y su efecto se prolonga durante cinco años.