EDP España (antigua HC) quiere tener listas las mejoras medioambientales que está desarrollando en sus plantas de Aboño y de Soto de Ribera para la primavera de 2017. La obra de la térmica de Aboño podría concluir en el verano de 2016, según el calendario que el presidente de EDP en España, Manuel Menéndez; el consejero delegado, Miguel Stilwell, y el director general corporativo, Javier Sáenz de Jubera, comunicaron ayer al presidente del Principado, Javier Fernández, durante una reunión celebrada en Oviedo. La eléctrica construirá en ambas instalaciones plantas de desnitrificación para reducir las emisiones de los óxidos de nitrógeno hasta en un 80%. Con lo que, al final de los trabajos, estas dos térmicas expulsarán unas emisiones muy por debajo de lo que exige la nueva normativa de la Unión Europea.

Según Stilwell, "desde el primer momento optamos por hacer estas inversiones, sin esperar a recibir ninguna ayuda". El desembolso para construir estas nuevas plantas desnitrificadoras ronda los cien millones de euros. La compañía asegura que se trata de un proyecto clave para Asturias que "dinamizará la actividad económica, el empleo y que permitirá alargar la vida útil de ambas centrales térmicas hasta, al menos, diciembre de 2035". "Van a ser las primeras centrales con este sistema que operen en España, creo que es una buena oportunidad y que realmente estas instalaciones son eficientes y tienen futuro", destacó Stilwell.

El diseño, instalación y puesta en marcha de ambas plantas han sido adjudicados a la empresa asturiana TSK, en consorcio con un socio tecnológico de referencia en este ámbito, Mitsubishi Hitachi Power Systems. Las obras generarán unos doscientos puestos de trabajo.

La eléctrica subraya también que con este proyecto EDP lleva invertidos más de 200 millones de euros en la última década en sus centrales asturianas. Y asegura que la apuesta por esta iniciativa refuerza el compromiso de la empresa por la generación térmica con carbón. "Quemamos mineral de Hunosa y tenemos un contrato a largo plazo con ellos, hasta 2018, y vamos a respetarlo", aseguró Stilwell tras su reunión con Javier Fernández.

La central de Aboño, ubicada en las cercanías del puerto de El Musel (Gijón), utiliza carbón importado y también gases siderúrgicos procedentes de la acería de Arcelor-Mittal. Por su parte, la central térmica de Soto de Ribera consume principalmente mineral autóctono producido por Hunosa.