El grupo nuclear francés Areva, controlado por el Estado en un 87%, tiene previsto suprimir alrededor de 2.700 puestos de trabajo en Francia hasta 2017. La dirección presentará en estos días a los delegados de los trabajadores los documentos de su reorganización en dos de sus empresas filiales, New Areva y Areva NP, así como el consecuente impacto que tendrá en el empleo.