Arcelor-Mittal aplicará medidas "de contingencia" para protegerse de las agresivas exportaciones chinas, que están inundando el mercado europeo de acero barato y creando una fuerte incertidumbre sobre la evolución de los precios. De momento ha anunciado a los sindicatos que activará una regulación de empleo todos los viernes (excepto el 6 de noviembre) hasta el 18 de diciembre. Serán cinco días. La medida afectará a unos 2.000 trabajadores -los que no trabajan a turnos- de los casi 6.000 que tiene el grupo en Asturias, más los de las empresas auxiliares. Asimismo, el tren de bandas en caliente (TBC) de Avilés parará su actividad durante dos días, los próximos 28 y 29 de diciembre.

Además, el gigante metalúrgico se guarda dos balas en la recámara que utilizará si las arremetidas chinas, en forma de exportaciones baratas, no cesan. Una de las medidas a adoptar sería establecer un calendario de paradas para sus instalaciones asturianas. La otra sería aplicar una regulación de empleo a los trabajadores que están próximos a prejubilarse (los nacidos en 1955, que tienen ahora 60 años) hasta que alcancen la edad de retiro.

Fuentes de la compañía justificaron la decisión por la presión china, que, según aseguran, está afectando ya a las plantas del suroeste europeo y que podría tener un duro reflejo sobre el resultado bruto de explotación (ebitda) de la zona. Son las instalaciones industriales que, desde esta semana, tiene bajo su mando el ingeniero gijonés José Manuel Arias, exdirector de Arcelor-Mittal en Asturias, cargo que ahora ocupa Oswaldo Suárez. Ninguno de ellos fue el que trasladó la decisión de aplicar el ERE ayer a los sindicatos. Lo hizo el director de recursos humanos de la compañía en la región, Jesús Suárez. La pasada semana Arias sí que notificó a los representantes de la plantilla que la cartera de pedidos se estaba quedando vacía, debido a que muchos de los clientes habituales de la multinacional estaban retrasando sus decisiones de compra a la espera de que el precio del acero pudiera seguir descendiendo. Eso sí, esto se produce sólo unas semanas después de que la siderúrgica aprobara una inversión de más de 200 millones para modernizar sus plantas asturianas.

Aunque Arias abonó el terreno, el anuncio de la regulación de empleo cayó ayer como un jarro de agua fría sobre los representantes sindicales, que, confesaban, no se esperaban que se pudieran tomar medidas de forma tan inmediata. Uno de los que reconocían tener sentimientos contradictorios era José Manuel Castro, portavoz de CC OO. "Hace una semana estuvimos en el comité europeo y allí se resaltó que el continente estaba resistiendo bien a China; de hecho, se nos dijo que ya aportábamos la mitad del ebitda total del grupo", aseguró. CC OO ha solicitado al grupo siderúrgico que le dé una información mucho más detallada de cómo están afectando las exportaciones chinas a las plantas de Arcelor en Europa.

El nuevo convenio

Lo que sí trataron los sindicatos fue de desligar este nuevo ajuste de la negociación de convenio colectivo, que está a un paso de abrirse. "Es algo coyuntural", señaló Sergio Díaz, portavoz de UGT. "Lo que se nos trasladó es que se debe a tensiones en la producción en el sur de Europa por culpa de China, por eso no queremos asociarlo a la próxima negociación del convenio", apuntó. Lo mismo defendió CC OO. Sin embargo, en las redes sociales algunos trabajadores de la multinacional en Asturias sí que relacionaban ambos hechos, ya que aseguraban que muchas de las instalaciones están funcionado al máximo de su capacidad.

Además de en Asturias, el gigante siderúrgico que preside Lakshmi Mittal también aplicará otra regulación de empleo en su planta de Sagunto (Valencia), alegando los mismos motivos. Por tierras levantinas el ERE afectará a toda la plantilla, unos ochocientos trabajadores, durante todo el mes de diciembre.