El Ministerio alemán de Economía ha alcanzado un acuerdo con las empresas RWE, Vattenfall y Mibrag para comenzar a desconectar de la red a partir de 2016 centrales de generación de electricidad por combustión de lignito -un tipo de carbón- con una capacidad de 2,7 gigavatios.

En un comunicado, el Ministerio aseguró ayer que se trata de un "paso importante" para que Alemania pueda cumplir sus metas de reducción de emisiones contaminantes y garantizó que el acuerdo, que incluye compensaciones para las empresas, ha sido "ampliamente debatido" con la Comisión Europea.

El gobierno alemán está convencido de que su plan cumple los requisitos legales para ser autorizado y planea aprobarlo en noviembre en le Consejo de Ministros. Según explicó Economía, el anteproyecto contempla que las eléctricas recibirán una compensación para aplicar los planes de desmantelamiento de centrales de lignito, con un importe total de alrededor de 230 millones de euros anuales durante siete años. El coste del kilovatio hora subiría 0,05 céntimos, añadió el Ministerio de Economía.