Elcogas, dueña en Puertollano de una planta pionera en combustión limpia del carbón para la producción de energía eléctrica, y que está participada por grandes grupos energéticos, caso de la asturiana HC y su matriz EDP (titulares del 8,64%), aplazó ayer durante tres meses su decisión de cierre. La clausura iba a ejecutarse ayer con su desconexión de la red.

El aplazamiento lo decidió Elcogas una vez que la Secretaría de Estado de Energía dictó una resolución por la que abre la posibilidad para que la planta pudiera acogerse a un régimen retributivo específico (sin el cual la planta es económicamente inviable) si opta por el consumo de un híbrido de combustibles fósiles y biomasa. La empresa supedita la decisión final al coste de las inversiones necesarias para esa adaptación y a que se confirme la concesión del régimen especial. Elcogas lleva perdidos más de 150 millones.

La decisión de Industria, que se produce a escasas fechas del inicio de la campaña electoral, permite un nuevo aplazamiento del cierre, que ya estuvo a punto de materializarse hace un año. Desde entonces la planta vive en situación de interinidad.

Elcogas es la mayor central de gasificación integrada en un ciclo combinado (GICC) del mundo, con una potencia de 335 megavatios. Fue un proyecto vanguardista, impulsado en 1992 para experimentar en tecnologías limpias. Las últimas reformas energéticas del Gobierno la abocaron a la inviabilidad tras suprimirle la garantía de remuneración (produce a un coste de 90 euros el megavatio, casi el doble de los que admite el sistema) y restarle horas de funcionamiento. La empresa atribuyó también la prórroga al apoyo de los partidos políticos.