La Comisión Europea considera que el Gobierno español es optimista en exceso en sus previsiones económicas y ayer puso en cuestión sobre todo las expectativas de saneamiento de las cuentas públicas del Ejecutivo de Mariano Rajoy. Bruselas empeoró ayer sus pronósticos sobre el déficit y la deuda pública de España, así como sobre el paro, aunque al mismo tiempo ha elevado las expectativas del crecimiento económico del país (del 2,8% al 3,1% este año). La Comisión cree que ese crecimiento no basta por sí solo, que España ha levantado el pie con los ajustes fiscales y que se necesitan más reformas.

El informe de otoño de las autoridades comunitarias expone que, tras un "fuerte comienzo" del año, la economía española se expande, aupada por la mejoría de la confianza, el bajo precio del petróleo, la mejora de las condiciones financieras y la creación, más suave, pero persistente de empleo. España seguirá creciendo más que la media de la eurozona, pero no es inmune al parón global, sostiene la Comisión, que considera que los cálculos del Gobierno español son demasiado optimistas.

En concreto, Bruselas cree que el PIB español crecerá este año el 3,1 %, el 2,7 % en 2016 y el 2,4 % en 2017. En el mismo orden, el Gobierno que preside Mariano Rajoy apuesta por el 3,3 %, el 3 % y el 2,9 %. La Comisión sitúa a España como el séptimo país d la UE con mayor crecimiento y como el primero entre las grandes economías.

Con las elecciones generales en el horizonte, el Ejecutivo español argumenta que la Comisión tiende a ser conservadora en sus cifras y que la economía suele crecer a un mayor ritmo finalmente, baza con la que cuenta para poder cumplir los objetivos de déficit de este año y el siguiente.

El ministro de Economía de España, Luis de Guindos, volvió a mostrar su convencimiento de que se alcanzará las metas de rebajar el déficit al 4,2 % del PIB este año y colocarlo bajo el límite europeo del 3 % el siguiente.

La Comisión, por el contrario, cree que las cuentas españolas pecan de optimistas y no ha dudado en empeorar el análisis especial que llevó a cabo hace tan solo tres semanas, para insistir en que el país no cumplirá con la disciplina fiscal ni este ejercicio (4,7 %), ni el siguiente (3,6 %). El déficit español sería así el segundo mayor de la UE en ambos años.

Las previsiones conocidas apuntan a que Bruselas no confía en que el crecimiento sea suficiente para resolver los problemas que aquejan a la salud económica de España, como una tasa de desempleo que afecta a una quinta parte de la fuerza laboral en activo y una deuda por encima del 100 %. Para Bruselas la clave siguen siendo las reformas estructurales.