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Las posibilidades empresariales en la mayor de las Antillas

España, tercer socio comercial de La Habana tras Venezuela y China

Hasta ahora, las ventas a Cuba son sólo una pequeña gota en el mar de las exportaciones asturianas. Según las cuentas que maneja el Instituto de Comercio Exterior (Icex), las compañías de la región hicieron negocio en la isla caribeña en el último año por valor de 13,6 millones de euros. Entre enero y agosto de este año habían vendido ya casi 8 millones. Unos números modestos si se comparan con algunos de los principales clientes del Principado, como la vecina Francia o el motor europeo, Alemania.

La Sociedad Asturiana de Promoción Exterior (Asturex) tira de cifras para defender las nuevas oportunidades que se están abriendo en la isla, y asegura que España es ya el tercer socio comercial de Cuba tras Venezuela y China. "Los datos oficiales para 2015 estiman una previsión de crecimiento del PIB cubano en torno al 4%, basado prácticamente en el aumento de la inversión en un 28%", explica el organismo, "y se prevé que las importaciones cubanas aumenten un 13%, alcanzando los 15.465 millones". También destaca que la apuesta por este mercado responde a la estrategia de Asturex de reforzar la presencia de empresas regionales "en mercados atractivos pero con menos posición exportadora".

Antonio Sabino defiende que "el asturiano aquí tiene buen cartel". Sus palabras las apoya Francisco Covarruvias, de Isastur: "España está bien vista aquí".

Otro de los veteranos en la isla es Enrique Suárez, gerente de BricoCook y de Hispano Cubana de Interiores. Presume de llevar un cuarto de siglo suministrando material para construcción a ese lado del Caribe. "Lo que pueda ocurrir aquí a partir de ahora es algo imprevisible, pero lo que está claro es que éste es un camino sin retorno. La isla va a ir abriéndose cada vez más al mundo", asegura. Sin embargo, sostiene que a día de hoy establecerse en el país continúa siendo "complicado". Eso sí, ve unas grandes posibilidades de desarrollo en el sector de la construcción, un mercado al que se dedica y que conoce muy bien. "Está todo por hacer, y desde que Obama y Raúl Castro se reunieron el pasado noviembre se nota que hay más interés empresarial por entrar aquí", explica.

La apertura económica se está haciendo muy poco a poco, y el país guarda aún muchas peculiaridades a la hora de hacer negocio. "No es lo mismo venir aquí que ir a exportar, por ejemplo, a Francia, es totalmente diferente. En Cuba se necesita una inversión muy grande", señala Enrique Suárez.

Pese a las barreras, son muchos los empresarios asturianos que están consiguiendo explotar el flamante filón cubano. Madera, productos de cobre y material eléctrico, por ese orden, son los productos que las compañías de la región más están vendiendo en la isla en lo que va de este ejercicio. Los nuevos vientos económicos que corren en el país han llamado la atención también de algunas compañías agroalimentarias de la región. Tres de ellas (Lácteos Villaviciosa, Eutimio Busta y Embutidos Carreño González) formaron hace unas semanas un consorcio, bautizado como Trideli, que tiene entre sus objetivos cruzar el charco Atlántico para desembarcar en el mercado cubano. Su primera misión comercial la harán el próximo febrero. "Es una economía que se está comenzando a abrir, es un mercado totalmente nuevo que parte casi de cero", asegura Rafael Busta, portavoz de esta unión de empresas.

Estas compañías agroalimentarias quieren aprovechar la gran cantidad de población con raíces españolas y asturianas para introducir allí sus productos. "Hay todo un sector hostelero por desarrollar y explotar", asegura Busta.

La intención de este consorcio exportador asturiano es la de explorar las posibilidades de negocio que puede haber en República Dominicana, Cuba y Panamá. Quieren romper el bloqueo.

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